lunes, 27 de febrero de 2012

Regalando notas y siendo cortésmente desagradable

Sí, chicos, por si alguien lo dudaba, cuando quiero puedo ser muy desagradable, eso sí, cortésmente desagradable. Y es que tener un ataque de hambre constante, tener más sed que un corredor de maratón, intentar editar Wikis y corregir exámenes de 2º de ESO -que deberían estar para mañana, pero me huelo que no estarán...- es algo que saca de sus casillas a cualquiera.

Básicamente, creo que, cuando quiero y me conviene, tengo la virtud de mandar a la gente a la mierda a tomar viento fresco con educación, con muuuucha educación, y, sobre todo, con una sonrisa. Yo intento ser cumplidora, y me molesta que haya gente que no lo sea. Básicamente por este motivo me rodeo de amigos y profesionales que sean eficientes en su trabajo, podemos opinar distinto, muy distinto, pero hay que trabajar y sacar las castañas del fuego, y cuanto antes mejor. Bueno, yo ya me entiendo...

Por lo que se refiere a los segunditos de ESO... Me dan un poco de penilla, porque después de mi baja y de la suspensión de clases tener un examen de lengua es, cuanto menos, una putada faena. Reconozco que fui un poco cruel seleccionando los textos y diseñando los ejercicios/actividades, pero va, venga, me pillan con la moral baja y voy a ser buena corrigiendo... Mañana me arrepentiré...

Y sí, sé que he tenido esto un poco desconectado, pero mi abundante vida laboral me ha impedido actualizar el blog. Nada tiene que ver que haya estado de fiesta todo el fin de semana... ¡Os lo juro por Snoopy!


jueves, 23 de febrero de 2012

Los cursos de formación

Sí, amigos, hoy os voy a hablar de esas maravillosas horas que invertimos en los Cursos de Formación del Profesorado. Aun a riesgo de que alguien que no debiera lea este post, me voy a atrever a clasificar en tres grandes grupos estas infernales horas:

1. Cursos de ANPE: pagas, te descargas los temarios, haces los cuestionarios, y listos. Sobre todo acuérdate de pagar.

2. Cursos de Formación a Distancia (FAD): no pagas, te inscribes en el portal del personal de la Conselleria d'Educació, Cultura i Universitats. Y pobre de ti que no te inscribas el día que toca o que te pases de un minuto para confirmar el curso. Dicen que son cursos de 20 o 30 horas. Es mentira, en realidad son 40 o 60... y con entregas periódicas.

3. Seminarios en el centro. No están mal del todo. Son agotadores, porque implican estar 3 o 4 horas semanalmente en el centro, por las tardes, fuera del horario, aguantando la brasa de alguien (a veces hasta llega a ser simpático) o trabajando en grupos. Lo bueno que tienen es que haces relaciones sociales y te lo pasas pipa con los compañeros, pero el trabajo no cunde... jejejeje.

Hoy me he rebotado con un curso de FAD porque no me funcionaba nada, nada, nada. La idea es ir haciendo un blog y rellenarlo con los recursos que nos dicen (Lengua y TIC), y que los ejemplos de estos recursos sean actividades de clase. Hasta aquí muy bien, pero el problema viene cuando la tecnología se confabula para ir en tu contra... Blogs a mí... Prf... Jajajajaja. No, en serio, cuando no me han funcionado las extensiones de archivos y la madre que los parió he entrado en estado niño-9-años-hiperactivo-insufrible.



¿Os ha pasado alguna vez?

miércoles, 22 de febrero de 2012

Economía de guerra en casa de la profesora interina

Hoy, por fin, después de 15 días y tras casi acabar con los últimos víveres de mi casa, me he decidido a ir a comprar.

Vivir sola es un trastorno cuando tienes que ir a hacer la compra porque tienes que comprar lo justo para que no se te eche a perder, pero nos encontramos con que pocas son las marcas que hacen envases pequeños, y generalmente son las marcas más caras. No pasa nadaaaaaaa... ¡Que nos sobra el dinero, oiga!

Si os sirve de consuelo, no creo que, dado mi estado, vaya a morir de inanición, no, no será ése el problema. Ahora bien, hay que reconocer que, aunque bajo mínimos (por razones obvias, al ser "single"), mi nevera y mi despensa ya presentan un aspecto aceptablemente sano.

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De la soltería, o de 'ser single', que mola más, ya os hablaré otro día... xD

martes, 21 de febrero de 2012

Abrid escuelas y cerrarán las cárceles

Esta frase pertenece a Concepción Arenal, una feminista española del siglo XIX, y me viene muy al hilo de lo que quiero hablar hoy.

Quienes me conocen saben que para mí el mejor modelo educativo es el de un cuartel y, como los papás de mi tutoría son maravillosos, es el que suelo aplicar. Eso sí, como bien digo a mis alumnos, yo no tengo una fábrica de borregos (y bien sabe Dios que esta frase la digo día sí y día también); es por ello por lo que siempre les digo que más importante que saber identificar un sintagma nominal es aprender a decir gracias, a tratar con respeto a la gente y a pensar por sí mismos.

Si conseguimos que los alumnos, al acabar la ESO, sean respetuosos y tengan una mínima autonomía para pensar por sí solos y ser capaces de expresar su opinión, por muchos suspensos que haya, entonces la educación habrá dado sus frutos y el sistema educativo tendrá un éxito completo. ¿Acaso me negaréis que no hay mayor éxito que el conseguir una sociedad justa y responsable?

Pues bien, el fruto de todo este proceso lo vamos viendo en estos días, a menor escala en el IES Cap de Llevant en Menorca, con las movilizaciones de los alumnos reclamando sus derechos, y a gran escala en Valencia, con los últimos acontecimientos.



Siempre he defendido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero en este caso creo que, francamente, han obrado mal y se han equivocado. Y no lo digo yo, lo dice la ley. No la ley española, leyes internacionales. No voy a entrar en los motivos que han promovido los altercados de Valencia porque creo que los chavales tienen razón y tienen todo el derecho a quejarse; además, entre la seguridad policial y el abuso policial hay un graaaaaaan abismo.

Particularmente me ha dolido mucho ver este vídeo, en el que la palabra desproporción cobra vida. No sé qué es más escalofriante, si la cara del chico intentando buscar sus gafas o el alarido de terror de su compañera. Esto es lo que sucede cuando los que se supone que te tienen que defender y proteger son quienes te agreden:


Porras y pistolas contra mochilas, libros, cuadernos, estuches... No voy a decir nada más.

¿Qué derechos esenciales se vulneran en estas imágenes y en tantas otras que hemos visto? No sé mucho de leyes, pero os puedo citar las siguientes:

Declaración de los Derechos del Niño, 1959


Principio 1

El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.

Principio 2

El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.

Principio 7

El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.

Tenéis más información en la Convención sobre los Derechos del Niño. 

Además, si la mente no me falla:

1. Un menor bajo custodia policial debe estar siempre acompañado por algún adulto ajeno a los cuerpos de seguridad, excepto causas de fuerza mayor (asesinatos, etc.) Lo sé y lo sé a ciencia cierta. Me acuerdo de cuando estaba en Manacor y la Policía Nacional -sí, los mismos que aparecen pegando a nenes en el vídeo- me obligó a acompañar en todo momento a un menor -era un testigo, éste era de los buenos- para que después no hubiera problemas. 
2. En Valencia ha habido detenciones y los menores no han sido amparados por ningún adulto. Esto, ya de por sí, es toda una ilegalidad. 
3. Los menores NO pueden recibir ningún tipo de maltrato, los mayores tampoco, obviamente, pero creo que abusar de una posición de superioridad es, cuanto menos, rastrero. 
4. No se debe usar la fuerza si no es necesario e imprescindible. ¿Es necesario pegar al chico de las gafas? 
5. Y muchos más que no voy a mentar porque me pongo enferma. 

Sé que los policías son unos mandados y que su trabajo depende de obedecer las órdenes que les dan, lo sé, y sé también que los principales culpables de todo esto se hallan en los despachos, con la conciencia tranquila, pero creo que tener un mínimo de ética profesional, respetar el código deontológico y mostrar un poco de humanidad y sentido común es lo mínimo que se puede pedir. 

Hoy, más que nunca, estoy orgullosa de esta imagen:


Esto es lo que les duele, que seamos capaces de crear alumnos que se defiendan con las palabras y no con las armas. Por eso se empeñan en destruir la educación. 

Manías inconfesables

Sí, lo sé, soy un poco tiquismiquis: lo reconozco y me gusta. Aquí os dejo algunas de mis manías inconfesables de profe interina, para que os entretengáis:


  • Odio que me pierdan los tapones de los bolis.
  • Siento cierta atracción compulsiva hacia las tiendas de ropa interior y pijamas: Woman'secret y Etam son mi perdición. 
  • Me encanta el material escolar. 
  • Odio que se rayen los libros con boli o subrayador. Sólo lápiz, por favor. 
  • No me gustan los orejones en los libros, aunque reconozco que soy muy torpe. 
  • No soy capaz de mantener siempre la misma letra. Depende de mi humor. 
  • Tanto me da ser una obsesiva de la limpieza como que las pelusillas del suelo de mi casa cobren vida propia. 
  • Me encanta corregir con boli rojo, y cuanto más, mejor. 
  • Adoro las telenovelas. 
  • Me encanta la "literatura" que nunca aparecería en los libros de texto. 
  • He comenzado mil y una dietas... (no os diré cuántas he acabado... ¬¬).
  • Me cuesta tanto como a mis alumnos leerme las lecturas obligatorias del trimestre.
  • Necesito llevar reloj. 
  • Me encantan los pendientes de bolitas, y si son de perlitas, mejor. Son una parte de mí. 
  • Corrijo todo lo que veo con errores ortográficos.
  • "Colecciono" geles, champús, cremas... y en general toda clase de elementos de higiene. 
  • Odio mi acné, por eso siempre llevo maquillaje. 
  • No me gustan los animales (algunos de dos patas tampoco).
  • No soporto las excusas falsas. 
  • Odio que me trastoquen los planes. Necesito mucha organización y mucha pauta. Mi planificación es lo primero. Si me la van a cambiar, ¡necesito que me avisen por lo menos 10 minutos antes!
  • Me encantan las visitas, pero no soporto que no avisen (¿ya os he hablado de que mi casa a veces parece el lejano oeste?)
  • Disfruto de tener invitados, pero por favor, ¡la cocina es mía! xD
  • Soy una TIC adicta (seguro que esto no lo habíais notado).
  • Pese a tanta organización, lo suelo dejar todo para el último día. Ya sabéis eso de que se trabaja mejor bajo presión...
  • Odio el boli negro. Folios y boli azul, please...
  • Soy una maniática de la seguridad, en todos los ámbitos.
  • Podría irme de fin de semana sólo con mi bolso. 
Por hoy es suficiente, que no es plan asustaros... Creo que me da para dos o tres entregas más. ¿Qué opináis? ¿Cuáles son vuestras manías inconfesables?

sábado, 18 de febrero de 2012

Tiempos verbales en carnaval

Después de una mañana divagando sobre el aspecto imperfectivo o perfectivo de los verbos, la pasada noche me decanté por el perfectivo: fiestón perfecto y afonía pluscuamperfecta. 



Consciente de mi deplorable estado físico, creía conveniente quedarme en casa y no salir. Craso error. Siempre sucede lo contrario. Todos los astros se alinearon para que sucediera lo inevitable: ir a una marcha de Carnaval a Ciudadela... Claro, una empieza con lo de que no quiere salir y acaba a las 6 de la mañana compartiendo un bocadillo de albóndigas con una amiga... Lo que pasó desde las 8 de la noche a las 6 de la mañana quedará en el más absoluto de los secretos, sólo os puedo decir que en caso se vieron implicados Carlos Fabra, una hawaiana, dos marineros y un guerrero vikingo. 

Tras todo este despiporre hoy he sido cauta y he preferido quedarme en casa a ordenar, corregir y descansar, que falta me hace. 

Posts en preparación:

- Los amigos de la profesora interina
- Las incompetencias básicas
- Manías inconfesables

miércoles, 15 de febrero de 2012

ROMA

No sé por qué extraña causa, motivo, razón o circunstancia esta noche me estoy acordando de la serie Roma...



Aún sigo sin saber por qué... xD Será por lo bien contextualizada que estaba la serie, por lo bien perfilados que estaban los personajes y por su gran trama...

Ahora en serio, chicas... ¿Con cuál os quedáis?

Los riesgos de catalogar a un NESE

A través de un PT (sí, esos a los que tengo tanta tirria xD), pero un PT de los buenos, de los que trabajan y preparan material, he podido leer un artículo del Diario de Mallorca que se titulaba de la siguiente manera: "Las presuntas dislexias: consecuencias negativas de un falso positivo". Este artículo reafirma mi visión sobre este asunto, que ya ofrecí, no sin polémica, en el post ¿Qué es un NESE?

Aquí lo podéis leer en catalán:

http://medias.diariodemallorca.es/suplementos/2012-02-21_SUP_2012-02-15_00_45_13_diariescola-15.pdf

Lo que más me ha gustado ha sido la puntualización de que muchos padres buscan en el diagnóstico una justificación a los malos resultados de sus hijos y que, cuando se busca algo a toda costa, se hace lo posible y lo imposible por encontrarlo. Sobra decir que podéis usar la sección de comentarios para dar vuestra opinión al respecto.

martes, 14 de febrero de 2012

Suspensión de actividades lectivas

Probablemente el IES Cap de Llevant sea, de lejos, uno de los mejores centros en los que he trabajado por lo que a su infraestructura se refiere. Es un instituto que tiene 17 años y, por tanto, seguramente uno de los más nuevos de Baleares. Claro, qué voy a decir yo, que cuando trabajaba en adultos iba de la Ceca a la Meca, de un centro a otro, hiciera frío, viento, lloviera o nevara, y que daba clases en un húmedo sótano en el que más de una vez alumnos y profesores se quedaron encerrados.

Cierto, mi cole actual, en general, está muy bien, sólo tiene una pega: su aislamiento y aclimatación. No es normal que la tramontana corra por los pasillos, que se formen remolinos en las esquinas y que, en muchas clases, el silbido del mismo viento haga que nos volvamos todos locos. Eso por una parte.

Por otra parte, tenemos un sistema de calefacción monumental, pero con una caldera de mierda, y perdón por la expresión. Tras las recientes obras, lo dejaron todo a medio instalar y nunca ha funcionado como toca. Dinero público derrochado, al menos, hasta que se arregle el sistema, se cambie la caldera y se ponga todo a punto.

Por si alguien lo dudaba, en Menorca hace frío, MUCHO FRÍO, y mucho viento del norte. Y el instituto no se llama Cap de Llevant por casualidad... Este año, con las temperaturas tan bajas que hemos padecido, la cosa se ha recrudecido aún más. Tenemos termómetros en todas las clases y os puedo asegurar que éstos han marcado, durante muchas horas, de 5 a 7 grados. Imaginaros a 25 o 30 nenes, sentaditos, con tanto frío, y a los profesores, dando clase, en semejantes condiciones.

Caímos todos como moscas: Primero fueron los alumnos, y las clases empezaron a vaciarse, después fueron los profesores, y no bastaron los profesores de guardia y llegaron a tocar a uno para seis grupos. Por todo ello, y hartos ya de la situación, hoy los alumnos se nos han amotinado.

Sabían que el centro ya había propuesto la suspensión de actividades lectivas durante los días en los que más arreciara el temporal de lluvia, viento, nieve y granizo, así que la Consejería, tras negarse a ello, rauda y veloz nos ha mandado a una Directora General para comprobar "in situ" que el frío es real. No voy a hacer ningún comentario al respecto. Sinceramente, en vez de pagar su billete, mejor si pagan el del técnico y nos ahorramos tanta tontería. Pues bien, esta señora iba a llegar al centro a la 1 (claro, a las 8 de la mañana hace mucho frío, no te jo...).

Los alumnos, a quienes tras el frío glacial de las primeras horas se les ha explicado la situación, no sabemos en qué momento se han organizado y han tomado medidas. Sí, sí, oís bien: ¡¡¡alumnos organizados!!! ¡¡¡Alumnos de ESO!!! Imagino que lo habrán hecho durante el primer patio, sobre las once. Y cómo no, no se les ha olvidado llamar a la prensa (algunos papás trabajan en los medios más relevantes de la isla, y aquí todos nos conocemos).

Cuando ha sonado el timbre del segundo patio, han salido todos cual manada de ñus (de esto ya hablé en algún que otro post) y se han amotinado en el vestíbulo del centro. Imaginad más de 800 alumnos colapsando escaleras, pasillos... Pues no, no ha sido un caos. Los profesores "flipábamos". Los alumnos se portaban bien, estaban en orden y reclamaban de una manera pacífica una cosa justa. ¿Y es que tal vez, y sólo tal vez, hayan aprendido algo de todas esas charlas de los profesores sobre la democracia, la lucha social, etc.?

La situación que se ha dado cuando ha sonado el timbre de finalización del patio ha sido muy cómica: Cada profesor en su aula, a punto de empezar la clase, pero sin alumnos. Ante nuestro desconcierto hemos decidido turnarnos -de una manera implícita, no ha hecho falta decir nada, todo el mundo sabe cuál es su función- para vigilar el pasillo y las clases, por si alguien venia, pero hemos ido bajando/vigilando donde estaban los alumnos. Los compañeros de guardia y que tenían reuniones ya estaban allí, atónitos, sin dar crédito a la situación. Los chavales, pese al "mogollón" que se ha formado, se portaban bien, no daban problemas y actuaban con cabeza. No sé si no dábamos crédito a su capacidad de organización o a su buena conducta. xD

No me imagino la cara que habrá puesto la Directora General al encontrarse esto a las puertas del centro: alumnos con manta, con pancartas que aún debían oler a pintura, profesores con el ojo avizor a los posibles "elementos subversivos". Aún así, la protesta debe de haber surtido efecto, puesto que han accedido a suspender las actividades lectivas durante los próximos tres días para los alumnos de ESO, 1º de Bachillerato y PQPI. Los demás alumnos (FP y 2º de Bachillerato) deberán acudir con normalidad al centro y serán reubicados en las aulas más cálidas (sólo son 10 de 50): aquellas que tienen más solecito o las que están mejor aisladas. Los profesores también deberemos acudir con normalidad al centro según nuestro horario personal. Yo ya tengo allí mi manta, y los demás van a hacer lo mismo, que tenemos frío, pero no somos tontos.

Aquí os dejo el vídeo de IB3 Notícies en el que podéis comprobar la situación, pinchad en el enlace:

http://ib3noticies.com/20120214_177210-tres-dies-sense-anar-a-classe-per-culpa-del-fred.html

Y ésta es la noticia del Diario Menorca

http://www.menorca.info/menorca/454895/cap/llevant/suspende/clases/tres/dias/frio





lunes, 13 de febrero de 2012

Inquietudes culturales de San Valentín

Esta mañana estaba hablando con un compañero del departamento acerca de la diferente concepción que tenemos cada uno de lo que es la filología y de para qué sirve. Lega de mí, confesé que soy una ávida lectora de 'best sellers' y de poemas sueltos que me hayan recomendado. Yo la literatura no la analizo, la disfruto. No hay más.

En los tiempos que corren, en vísperas de San Valentín y después de las manifestaciones / revueltas de Atenas, creo que es necesario recordar que dos de los grandes temas de la literatura del siglo XX -que no es muy diferente del XXI, sobre todo por lo que a violencia se refiere- son el amor y la lucha social. Pocos son los poetas que no han tratado alguno de estos dos temas, o los dos. 

A los enamorados, para que os dejéis de ñoñerías, os voy a dejar uno de los más preciosos poemas que sobre el amor se han escrito. Es un amor que aúna la lucha por los derechos sociales y la admiración por la persona amada. Espero que lo disfrutéis. Es de Mario Benedetti:


Te quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.






Aquí lo podéis disfrutar a través de a voz de Nacha Guevara:





Nota personal a Cupido:

Cupido, cabroncete, ya sabes que en el amor y en la guerra todo vale, así que si no quieres que se me hinchen las narices y acabe esto como Atenas, haz el favor de hacer tu trabajo, hacerlo bien y hacerlo pronto.




domingo, 12 de febrero de 2012

"No todos somos iguales"

Ésta va a ser, tal vez, la frase más popular de este domingo y de mañana lunes. La ha dicho el ex president del Govern Balear, Jaume Matas, en el programa Salvados. La verdad, no sé muy bien de qué ha ido la entrevista, porque no tenía mucho sentido. Imagino que quería "limpiar" su imagen, y eso sí que nos ha quedado claro: el dinero no importa, lo principal es la imagen. Eso sí, el resumen de todo esto, no sólo del programa, sino de todos estos casos de corrupción, es la frase final de la entrevista: "No todos somos iguales".

sábado, 11 de febrero de 2012

¿Qué es un NESE?

NESE (por sus siglas en catalán: Necessitats Educatives de Suport Específic) es todo aquel alumno que, teniendo unas capacidades cognitivas/intelectuales medias, presenta dificultades en alguna materia (o varias) por uno o varios condicionantes (dislexia, trastorno de aprendizaje, historia personal, trastorno emocional...). Sé que a los pedagogos no les va a gustar esta definición, pero las cosas son así. No hay más. Si no les gusta, lo que tienen que hacer es su trabajo, que en algunos casos no vendría mal.

¿Por qué hablo hoy de los NESE? Pues porque corrigiendo redacciones estoy viendo que, según sus parámetros, todos mis alumnos lo serían. Hoy en día confundimos la falta de esfuerzo por aprender ortografía con una dislexia, una separación conyugal con un trastorno emocional, y que un niño no tenga una "average intelligence" (lo pongo en inglés, que es menos ofensivo) con un trastorno de aprendizaje. Si todos los niños de padres separados tuvieran un trastorno emocional severo, no ganaríamos para psicólogos -otro día hablaré de esta subespecie, que va de la mano de los pedagogos-. Hay demasiado cuento y demasiado niño consentido al que nunca que han dicho un NO bien rotundo.

Antes de que me lluevan las críticas, me quiero curar en salud diciendo que seguramente son muchos los profesionales que desarrollan con ortodoxia su labor dentro del ámbito de la pedagogía, y me consta que es así, porque conozco algunos; pero, a mi ver, la mayoría de pedagogos no saben muy bien cuál es su función. Yo soy profesora de educación secundaria, por la especialidad de Lengua Castellana y Literatura. Soy docente especializada en mi materia, no en los diferentes tipos de inteligencia, maneras, trastornos, etc. Y aún así, yo, como cualquier compañero, acabamos siendo expertos en toda clase de lides didácticas. No quiero, pues, confundir la pedagogía con la didáctica, porque de la primera sobra, y de la segunda, falta, y mucho.

A lo largo de mi corta experiencia profesional, he tenido a tres PT en clase. Ninguna de ellas era pedagoga de formación, y creo que precisamente por eso todas ellas llevaron/llevan a cabo una labor inmaculada para con los alumnos. Ha sido y sigue siendo un placer coordinarme con ellas, puesto que sí que tanto yo como los alumnos vemos el producto de su trabajo: clases específicas con los alumnos, atenciones especiales, creación de materiales individualizados...  Dos de ellas son maestras de lenguas extranjeras (francés e inglés), maestras de formación de antes, de esas a las que da gusto escuchar y a las que da gusto ver cómo trabajan con los alumnos, porque de ellas sí que aprendo, de ellas sí que adquiero nuevas habilidades. La otra PT con la que he trabajado es, de formación, profesora de Lengua Catalana, pero que conoce sobradamente cómo trabajar con alumnos con necesidades específicas porque, a parte de ser profesora, es mamá de dos niños maravillosos -pronto tres-, y eso hace que tenga un dulzor y una paciencia que maravilla a los alumnos. (Para los legos en la materia, estas PT ocupan una plaza en el departamento de orientación, bien por adjudicación de plazas, bien por comisión de servicios).

Ahora me diréis: ¿Y tú por qué hablas de los pedagogos, si no conoces a ninguno? Craso error. Conozco a demasiados. Fueron los que me querían adoctrinar durante el CAP (ya hablé en otro post de las dos honrosas excepciones) diciéndome que aun 'niño' de quince años que se porte mal le tengo que poner un 'gomet' rojo en la frente. A los psicopedagogos los meto en el mismo saco, porque son iguales o peores.

Entre los que he mencionado y los que he visto de lejos tengo suficiente. Su lema podría ser "consejos vendo que para mí no tengo", quieren enseñarte cómo gestionar una clase de 25 alumnos sin haberse enfrentado nunca a esa situación, o peor aún, quieren tomarte tu clase y te interrumpen constantemente... Y así nos luce el pelo. Y me da igual que me lluevan las críticas, es lo que pienso y lo que he visto, y si alguien me quiere hacer cambiar de opinión, que sepa que el movimiento se demuestra andando.

¿Y los alumnos? Los alumnos son los principales perjudicados por diversos motivos: 1, porque el PT no lleva a cabo su labor, 2, porque el profesor está saturado y tiene que realzar el trabajo de dos personas -insisto en que ése no ha sido nunca mi caso, pero lo he visto en compañeros, y 3, porque no tiene la atención individualizada que se merece. Pongo por caso una dislexia -sí, eso que ahora está tan de moda...-. Todo el mundo diagnostica de dislexia, pero nadie se pone a trabajar para ver si es sólo una falta de hábito de uso de la ortografía o si realmente se trata de ese trastorno. Además, primer error fatal: nadie comunica al alumno y a sus familias que la dislexia se puede mitigar. Y sí, se puede mitigar, aunque ciertos gabinetes privados nunca hablen de ello. Además, alguien con dislexia puede ser muy trabajador -como es el caso de mis alumnos, que son maravillosos y muy cumplidores- y, con su constancia y su capacidad de comprensión llegar a lograr un título universitario. No se trata de cortar las alas de los alumnos, sino de mostrarles cómo expandirlas para volar más alto.

Veamos la siguiente situación, que se produjo ¡EL PRIMER DÍA DE CLASE!:

ALUMNO: Profe, yo tengo dislexia.

YO: Muy bien, ¿y?

ALUMNO: Que lo sepas, porque no puedo estudiar tanto y no voy a aprobar.

YO: ¿Perdón? Mira ALUMNO X, la dislexia se mitiga, es decir, puedes trabajar para que no se note tanto,  pero la clave es esa, trabajar. Además, tienes que pensar que tener dislexia no significa no comprender algo. Es completamente distinto. La dislexia sólo tiene que ver con la lectura y con la escritura, pero oralmente, seguro que lo comprendes todo. ¿O no? Ah, y se me olvidaba. Tener dislexia no te exime de tener que hacer lo mismo que hacen los demás, y seré yo, porque soy la profesora ¿verdad?, quien, según crea, te adaptaré los materiales o no. ¿De acuerdo?

ALUMNO: Pero a mí...

YO: Pero a ti, lo que te pasa, es que buscas excusas antes de empezar a estudiar. Yo tendré en cuenta tu dislexia, pero tú tienes que trabajar, estudiar y, sobre todo, esforzarte. Te aseguro que el hecho de que tengas dislexia, si de verdad "te lo curras", no hará que tus notas se resientan lo más mínimo.



Creo que sobran las palabras. A esa personita le habían puesto una barrera mental, que ella había aprovechado para justificar su falta de estudio y otros posibles problemas. ¡Y cómo ha ido mejorando, oigan! Y que conste que soy una persona altamente sensible a los trastornos del lenguaje, en primer lugar porque los he visto en mi familia, en segundo lugar porque los he estudiado y, por último, porque veo el esfuerzo casi sobrehumano que hacen algunos alumnos por mejorar día a día y superarse a sí mismos, aprobar las asignaturas y, sobre todo, veo en ellos la cara de satisfacción cuando presentan un trabajo precioso, aprueban un examen o logran entender algo que, en la escritura, les era incomprensible.

MENOS TONTERÍA Y MÁS TRABAJO. MÁS PROFESORES/MAESTROS Y MENOS CANTAMAÑANAS -tengan la titulación que tengan-.

Otro día os hablo de las ACIs... que también traen tela.

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Aquí os dejo el blog de un PT que sí que lleva a cabo su trabajo. A las pruebas me remito:

http://pedagogoterapeuta.blogspot.com/

Ha creado un material excelente, muy bien seleccionado y muy bien ordenado. ¡Ojalá cundiera su ejemplo!

La frase de la semana

Como todos sabéis -y si no lo sabéis es porque no me leéis.. xD-, esta semana me ha afectado una severa afonía, que estoy segura que hubiera sido del todo mitigable de no haber sido por una gran frase:

"Pues tendrás que aguantar hasta las tres".

Tooooooooma... pues sí, tendré que aguantar, pero hasta las tres semanas de no poder hablar.

Glamour chandalero

La noche hace extraños compañeros de viaje. Y aquí estoy, un viernes noche, afónica, rodeada de mi netbook rosa, la Cuore de la semana pasada, un vasito de miel y limón y una taza de chocolate (sí, chocolate, ¿y qué? ¿Algún problema?). Pero el glamour no lo perdemos nunca; al toque bohemio que otorga a esta velada la taza de chocolate (a falta de los güiscazos de Jaime Gil de Biedma, otra criatura de la noche) debemos unirle un sofá divino, mi chándal de último modelo, unas zapatillas total-look y un pañuelito-foulard la mar de cuco, con estampado floral en color azul celeste.

Debería acabar de corregir, lo sé, pero llevo ya unas cuantas horas leyendo poemas; a los legos en la materia les parecerán demasiadas, a mí y a mis congéneres, demasiado pocas... tiempo, a fin de cuentas. ¿Hay algo mejor que repasar los apuntes de la universidad, releer poemas y redescubrir a algunos autores -y autoras- tras varios años? No respondáis. A veces el silencio es la mejor respuesta. El silencio, que desde hace una semana es la norma de mis días y de mis noches, es el que me permite pensar. A veces, también, nos escuchamos demasiado, y quienes me conocen saben que hablo mucho... así que ahora me sorprende descubrirme haciendo estas cosas: pensando, divagando, maquinando, reflexionando, imaginando... como en esos largos trayectos de tren en los que, para que el ruido de las máquinas no penetre en el cerebro, la mente debe evadirse a otros lugares.

De acuerdo, ahora me preguntaréis cómo puedo pasar de la Cuore a los poemas de la más exquisita literatura española del XX con tanta rapidez y sin morir en el intento. Pues... no lo sé. Cosas que pasan. Disfruto de todo un poco, así como el dulzor del chocolate va acompañado de la amargura del limón y el chándal va conjuntado con el más cursi pañuelito, los poemas de Lacaci van acompañados de algún AAAAARG... No se me enfaden los ilustrados y lean entre líneas, que seguro que se les da muy bien.

La noche ha sido siempre fértil en producción literaria, y eso sea porque tal vez la somnolencia hace que las ideas fluyan mucho mejor que las palabras. La noche... a veces solitaria, como ésta, a veces pródiga en relaciones, como aquellas otras en las que, ya de madrugada, llegas a casa con los pies doloridos, enredada de frío, con el maquillaje corrido, despeinada, oliendo a humo...

Hoy no voy a releer el post ni lo voy a corregir, porque si lo hago seguro que voy a empezar a cambiar cosas y va a tener aún menos sentido, y como tampoco le voy a quitar este halo melancólico que me rodea tras días de aislamiento, voy a hacer como el más simple de los humanos: vomitar palabras sin pensar si tienen acaso sentido alguno. Os dejo, pues, pero os regalo un poema de María Elvira Lacaci, a quien ya he mencionado:






Y yo llevaba un gorro
muy moderno. Parecía
una extraña cazuela.
Unos tacones leves y muy altos.
Un abrigo atrevido.
Unos guantes y un bolso de color avellana.
Los labios y los ojos pintarrajeados.
No debía de ir mal.
Las mujeres
volvían la cabeza
para mirar la hechura del abrigo.
Los hombres...

Pero yo,
bajo la piel y aquella vestidura de comparsa,
llevaba otro ropaje de un tejido muy denso. Era de angustia.
Y añoré
mi pelo suelto, mis zapatos bajos,
mi abrigo deportivo,
mi tez morena, solamente el agua.

Tú me veías, Dios. Y cómo hablamos.
Yo te decía
que estaba muy ridícula con todo aquello.
Tú dijiste que sí.
Y compartiste
el tan amargo leve movimiento
de mis labios oblicuos.



jueves, 9 de febrero de 2012

Sin voz, echada en el sofá...

Sin voz, echada en el sofá, con dolor de todo, con tos, con la cabeza ida, me da por pensar en lo necesario que es para mí desarrollar mi trabajo. Éste es ya el segundo día que, por motivos de salud, no voy a trabajar y, aunque mi cuerpo me lo agradece, no así mi mente.

Los días se me hacen eternos, las noches pasan en duermevela. Intento entretenerme reprogramando clases o corrigiendo ejercicios, hasta que todo me da vueltas y tengo que parar. Echo de menos el alboroto del instituto, hablar con la gente, tener mi rutina diaria. Soy una persona de costumbres cerradas, quien me conoce sabe que peco de tradicionalista. Si algo va bien, ¿por qué cambiarlo? La educación es la viva imagen de que en el 95% de los casos tengo razón.

¿Será eso peligroso? Me refiero a depender de un entorno, de un estilo de vida. Tal vez esté un poco ñoña por las secuelas que ha dejado en mí este catarro griposo, provocado en gran parte por la ola de frío. No lo sé. Tal vez sea sólo la melancolía (no, yo, vil mortal, no llego a experimentar la desazón existencial de los poetas de mediados del siglo XX, hasta ahí no llego).

Creo que lo peor que le puede pasar a una profesora interina es no tener ni voz ni hambre: ni herramienta de trabajo ni fuerzas para hacer cualquier otra cosa. Con el cuerpo destemplado, enrollada en la manta, tosiendo, aguardaré a mañana, a ver cómo amanece el día, a ver cómo amanezco yo...

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Antes de acabar, desde aquí quiero dar mi más sentido agradecimiento a los alumnos que, en las últimas horas del martes, tuvieron un comportamiento excepcional y cuidaron de mí y me mimaron a fin de que no notara cómo pasaba el tiempo y cómo iba empeorando. Para ellos, que me abrieron su corazoncito e interpretaron lo que decían mis labios sin voz, vaya todo mi cariño.

lunes, 6 de febrero de 2012

Manzanilla, miel y limón

Sí, señores, padezco el mal de toda profesora gritona que se precie: la tos y la afonía. Además, por culpa del incesante viento del norte que hay en Mahón y del frío glacial que parece que no nos quiere abandonar, mi -lamentable- situación fónica no parece que vaya a mejorar. Y sí, os lo dice una ex fonetista: por mucho que hables de tripa, uses la expulsión del aire para emitir sonidos, hagas pausas, respires por la nariz y demás recomendaciones de educación de la voz, no puedo evitar acatarrarme y que mi faringe y mis cuerdas vocales se resientan.

¿Qué hacer en estos casos? Doparse. Y es que los jarabes, "angileptoles", "estrepsiles" y demás pastillitas de parafarmacia de miel, limón, matricaria y própolis son altamente recomendables. Amén de demás caramelitos varios -sin azúcar, obviously-. Como ya veis, estoy preparada para la vida moderna, aún así, la batalla que mi cuello libra contra los microbios no tiene visos de acabar en un período de tiempo aceptablemente corto.



Las recetas caseras son, sin duda alguna, una ayuda inestimable. Las tazas de manzanilla con miel y los mejunjes de miel y limón están a la orden del día en mi cocina, y sí, por la noche es lo que más me calma la tos y lo que más tiempla el cuerpo. Profes afónicos y/o con gargantas doloridas, haced caso de los consejos de mamás y abuelas y agenciaros de estos alimentos tan básicos y tan beneficiosos si, por lo menos, queréis dormir bien. A la mañana siguiente, tras las toses de rutina, lo más recomendable es un zumito de naranja natural recién exprimido, lleno de vitaminas y de cicatrizante ácido cítrico.





*Las tres últimas palabras forman una hermosa aliteración, ¿no os parece? xD Por cierto, si alguien se ofrece a venir a hacerme mimitos y a exprimirme las naranjas a las 7 de la mañana, invitado está. 

domingo, 5 de febrero de 2012

La formación de un profesor

Lejos de querer ser este un escrito exhaustivo, sólo me voy a dedicar a hacer un esbozo de lo que supone formar y formarse como profesor (o profesora, no se me enfaden las del Club de la Vagina). No es ninguna novedad que la profesión docente no pasa por sus mejores épocas, ¿pero nos hallamos ya ante los estertores del profesorado entregado tal y como lo conocemos hoy en día? Me temo, amigos, que esa pregunta quedará en el tintero hasta que el tiempo decida.

Pero no nos alejemos del asunto que nos incumbe: la formación de un docente. Sé que voy a decepcionar a muchos, pero tengo que decirlo: yo ya soy de la generación ESO -y no he salido mal del todo, ¡oiga!-, así que después de finalizar la ESO viene el momento en el que tienes que decidir qué vas a hacer con tu vida, puesto que en mi época eso de ser NI-NI no existía (eso vino unos cuatro o cinco años después); pues bien, contempladas todas las salidas, no me fijé en los estudios, sino en qué profesión me gustaría desempeñar durante toda mi vida. Había dos candidaturas fijas: enfermería y profesora de lenguas en secundaria. La siguiente pregunta es obvia: ¿Qué hay que hacer para llegar a ello?

Desde el centro concertado en el que estudiaba me dirigían al bachillerato de ciencias sociales (mixto), con el que no podía acceder a ninguna de las dos cosas. Hubo un momento en el que no sabía si quienes me orientaban eran gilipollas no tenían en cuenta mis gustos o si sólo deseaban que se hiciera su voluntad. Aún tenía tiempo para pensarlo y mi madre, como sabe que soy cabezota, me dijo que hiciera lo que me diera la gana, que probara lo que me gustaba, y que si me daba de bruces, ése también era mi problema, viene todo incluido: lo bueno y lo malo.

Yo me preguntaba por qué me mandaban a un bachillerato que tenía matemáticas y economía si precisamente eso era lo que se me daba mal. Para hacer eso, y si total tenía que hacer matemáticas sí o sí (soy "buena" en cálculo, pero pésima en lógica), prefería ir a ciencias de la salud y hacer biología, CTMA, química... Yo creo que en unos tres o cuatro años hubiera acabado el bachillerato de ciencias, pero no me daba la gana esperar tanto, así que de las dos candidaturas sólo quedaba una: profesora de secundaria. Tenía claro que quería trabajar con gente y en un entorno, si bien estable, cambiante periódicamente.

Una vez puesta la crucecita en el bachillerato de humanidades (letras puras), si me iba bien, tenía dos años por delante para decidir qué carrera quería estudiar. Durante esa época empezó a hacerme tilín Traducción e Interpretación, pero quedó descartada por falta de fondos para estudiar fuera. Así pues, comencé a disfrutar del castellano, del catalán, del inglés, del alemán, del latín, del griego, de la filosofía y su historia, de la historia del arte, de la historia universal y de España... Fue una época muy difícil en lo personal, pero estudiar en un instituto público fue lo mejor que me pudo haber pasado. Si guardo buenos recuerdos de esa época es precisamente por el IES Sa Pobla - Can Peu Blanc.


Una vez acabado el bachillerato -creo que en mi vida he estudiado tanto como en 2º de bachillerato- y pasada la selectividad más que con holgura -la selectividad fue un paseo plácido, comparada con el curso que la precedió-, llegó ya definitivamente el momento de elegir. Para hacer honor a la verdad, mucho tuvieron que ver en mi elección mis profesores. Aunque todos era fabulosos y maravillosos, opté por estudiar Filología Hispánica. Esa vocación me vino de ver a profesoras como Francisca Herrera o Carmina Monero disfrutar con todas y cada una de sus clases, y se reafirmó con el tesón de sus compañeros de otras materias. 

Tras este periplo yo no era consciente de que tenía aún por delante cinco largos años de licenciatura. Y mucho menos consciente era de que tenía que hacer el CAP, pero de esto os hablare luego. Me matriculé, pues, en Filología Hispánica y afortunadamente aún estudié con el "plan antiguo", así que obtuve mi licenciatura en 2008 después de 5 años que, si bien llevé curso por curso, entre tercero y cuarto se me empezaron a hacer eternos. Durante mi paso por la universidad tuve a los mejores profesores que jamás hube podido imaginar, no sólo porque ya son buenos en sí, sino porque la dedicación exclusiva que recibí de ellos me hizo aprender cada día más y disfrutar página a página con mis estudios. Si otra cosa aprendí de ellos fue a amar la universidad, a querer y respetar a la UIB, y a no permitir que nunca nadie nos desprestigie. No fui consciente de ello hasta que lo pude comprobar años después.

Recuerdo con mucho cariño a mis profesoras de latín, las doctoras Maria Antònia Fornés i M. Carme Bosch, y a la Dra. Romera, de Sociolingüística y Dialectología, y al Dr. Enrique-Arias, de Historia de la Lengua, y al Dr. García, de Fonética, y al Dr. Roig, de Sintaxis, y a los doctores Cuadrado, Payeras, Díaz de Castro, del Olmo y Servera, de Literatura. Y si de alguno de ellos me olvido, sepa que es por falta de memoria, y no de cariño, puesto que para mí estos maravillosos profesionales siempre serán Maria Antònia, Dona Maria del Carme, Magdalena, Andrés, Aitor, Tià, Perfe, Maripé, Paco, Almudena, Pep... y tantos otros con cuyas clases disfruté. 


Durante mis años de carrera me harté de oír que lo que estudiaba no servía para nada. Me daba mucha rabia oír eso, especialmente porque venía de gente que ni siquiera tenía la secundaria obligatoria, ya sabéis eso de "Consejos vendo que para mí no tengo". Yo sabía para qué servían mis estudios perfectamente: para ser profesora de secundaria. No os voy a negar que entre el mundillo de los filólogos hay muchos alumnos venidos a más que reniegan de la docencia aunque sea una de las pocas salidas solventes -que no la única-, y que se aferran a un clavo ardiendo en la universidad antes que pisar una aula de secundaria -sí, en efecto, son los mismos que te dicen que disfrutan dando clases en las prácticas del CAP o te sueltan que han hecho miles de proyectos pedagógicos...- 

He mencionado ahora el CAP, ese fabuloso posgrado que te obligaban a cursar para poder concurrir a las listas de interinos o presentarte a unas oposiciones. Oh, ese Certificado de Aptitud Pedagógica... ¿Y para que sirve el CAP? Pues para limpiarte el culo. El CAP sirve para que ciertos profesorsuchos de la UIB -facultad de magisterio y pedagogía- y algunos chupatintas de la consejería se saquen un sobresueldo a costa de matrículas aberrantes en comparación a las "enseñanzas que recibimos". Mención a parte merecen Bartomeu Abrines y Nuria López, que de verdad trabajan con adolescentes día a día y sí pueden dar lecciones sobre pedagogía, puesto que la suya es una pedagogía de calle, aplicable, de verdad, y no la de "si un niño de 15 años se porta mal pégale un gomet rojo en la frentre". Como profesora os aseguro que si le hacéis esto a algún alumno de 15 años la hostia soberana que os va a caer va a ser sonada, y el alumno tendrá toda la razón del mundo. 

De hecho, las de estos dos profesores que acabo de mencionar fueron las únicas clases de las que disfrutaba y de las que he sacado provecho para mi tarea docente. Junto a ellos dos, fue Pilar de la Encarnación quien guió mis inicios en la práctica docente. Tuve la suerte de realizar las prácticas en el mismo IES en el que hice el bachillerato. Al verme, muchos profesores no daban crédito, pero en el fondo creo que me miraban con el orgullo del escultor que ve su obra ya casi finalizada, a punto de pulir. Junto con Pilar, cuya amistad aún conservo, hicieron de mis primeros pasos dentro de un centro un paseo de rosas, con pétalos, pero también con espinas, pero agradable al fin y al cabo. 

Durante mi época de "capera" tuve el privilegio de trabajar como becaria en un proyecto de investigación fonética sobre el vocalismo balear. Coincidí entonces con la Dra. Lucrecia Rallo, "Lucre". Su entrega y su tesón para enseñarme fueron ejemplares, no sólo fue una jefa, sino que fue una gran profesora. De ella no sólo aprendí a hacer análisis fonéticos diversos y a dominar el SPSS (gracias, Magdalena, por haber sentado tú las bases), sino que también aprendí a desenvolverme por los hostiles mundillos académicos y a salir airosa de situaciones más que complicadas. Como ya dije en el post "Ab initio", creo que el tiempo que pasamos juntas nos llevó a forjar una gran amistad. Los sonogramas eran lo único que lograba abstraerme del CAP, y bien saben quienes me conocen que sólo los dejé para ir a trabajar a un IES. 

Recapitulemos: 

- 2 años de bachillerato
- 5 años de universidad
- 1 año de CAP

Eso nos da un total de 8 años consagrados íntegramente a un fin: ser profesora de secundaria. Reconozco que tuve la surte de ir curso por curso y de que nada más apuntarme a listas me llamaran. También he tenido la suerte de que el trabajo, hasta la fecha, no me haya fallado, que no es poco. 

Pero que el ávido lector que hasta aquí ha llegado no se confíe, la formación como profesor no ha hecho más que comenzar. Tanto si eres interino como si eres funcionario de carrera, necesitarás hacer cursos de reciclaje y formación para no quedarte desfasado y aprendas a entender tu entorno (entorno social, TIC, entorno escolar...). Lograr esos puntos no sólo sirve para cobrar un trienio, un sexenio o para aumentar los puntos en la lista de interinos. Cada una de esas horas es una hora dedicada a nuestros alumnos y robada a nuestro tiempo libre. Es una hora a la que asistimos con gusto, en la que coincidimos con otros compañeros, en la que intercambiamos experiencias, en la que nos dormimos, en la que disfrutamos. 

A fin de cuentas, llegamos a la conclusión de que un profesor lo es en tanto que no deja de ser alumno. Uno puede enseñar si no deja de aprender. El sintagma nominal o la fotosíntesis serán los mismos año tras año, pero los alumnos a los que se lo expliquemos variarán, y también, y para no aburrirnos y no entrar en el hastío procrastinador del profesor 'carca', cambiaremos nuestros materiales y actividades, los mejoraremos, los reubicaremos, los adaptaremos a los distintos niveles... En definitiva: dedicaremos todo el tiempo posible a nuestros alumnos y a lograr que, al menos uno de entre los 120 que tenemos, pueda llegar a tomar nuestro camino y creemos en él una vocación de servicio.  



sábado, 4 de febrero de 2012

Menorca y la nieve

Todos los que me conocen saben que mi relación con Menorca, isla a la que adoro, a veces ha sufrido algún que otro traspié. Uno de estos traspiés tiene que ver con el frío. Tal vez sea una de las personas más frioleras que existen, ya que considero que por debajo de los 25 grados hace un frío glacial. Si al frío le añadimos el viento, la famosa Tramuntana, ya ni hablamos...

Sin duda, el peor mes para el frío es febrero. No hacía ni un mes que llegué a Mahón cuando me sorprendió una gran nevada (gran, en comparación con un lugar en el que no nieva nunca, ya me entendéis). No sólo nevaba: había ventisca. Para colmo de males, tenía turno de tarde y acababa a las 10 de la noche de trabajar... No os quiero contar el frío que pasé, por muchas capas que llevara y mucha calefacción que tuviera.

Este año por las mismas fechas la historia se ha repetido. Lleva unas tres horas nevando y no tiene pinta de cesar. Hace un frío que mata pingüinos. Pero bueno, al mal tiempo buena cara; ya he ido a jugar con la nieve, que es lo que toca. A fin de cuentas es invierno, ¿no? Pues frío y nieve. Y viento. El viento que no falte.


Éstas son las vistas desde mi casa y desde la azotea cuando aún se podía salir.
La cosa va en aumento.