Aquí tenéis el enlace al post en el blog Princess and Owl Stories, que está estructurado en breves apartados, según lo que le interese a cada uno. Personalmente, me quedo con la opinión de Eulàlia, la mamá que nos ha dado voz en su blog para difundir este tema (que empezamos antes de que fuera noticia), que comparte en su introducción: "Personalmente pienso que la vacunación es un derecho de los niños, no de los padres. Aunque al fin y al cabo sean los niños, y toda la sociedad, quien paga las consecuencias. Respeto todos los modos de crianza y las formas de vivir la maternidad/paternidad de todo el mundo, pero no puedo entender que unos padres pongan en riesgo la vida de sus hijos y de todos los que están en contacto con ellos."
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Cartilla de salud y vacunación para las niñas de 1985. |
Asimismo, tanto mi hermano como yo hemos seguido actualizando nuestro calendario vacunal adulto, especialmente con las dosis recomendadas de tétanos-difteria (sí, esa enfermedad evitable por la que un niño está muy grave en el Vall d'Hebrón), en el caso de mi 'broder' porque sigue siendo un desastrillo que se corta con todo y la lía parda, y yo creo que con tantas dosis que tiene está inmunizado de por vida. En mi caso, como dosis de recuerdo. Y me queda una -prácticamente última- a los 35 o 36 años.
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Lo tengo tooooodo, toooooooodo... ;) |
Algo que realmente me preocupa es que todos los padres tienen acceso a las vacunas de las enfermedades más severas (pese a que otras sí son de pago), puesto que ni los politicastros que nos gobiernan se han atrevido a quitarlas de la seguridad social porque, obviamente, tanto su vida como la de los suyos, en caso de epidemia, también estaría en juego (no son tontos, no...). Cualquier niño que resida o reciba asistencia en España no sólo tiene sanidad gratuita independientemente de su situación legal en nuestro país, sino que, por el bien de toda la sociedad, también tiene su vacunación garantizada. Es decir, si no les ponen las vacunas es 1. por desconocimiento (los menos), 2. porque no quieren (la mayoría). ¿Sería esto segundo una negligencia? Para mí, sí. Es como tener a un niño con 40 de fiebre y no darle un antitérmico, o a otro con una herida abierta e infectada y no llevarlo al médico. De locos.
Aunque os recomiendo fervientemente que os leáis la entrada de Princess and Owl Stories, en la que a continuación de la introducción de Eulàlia aparece el artículo, aquí os lo dejo en formato descargable, así como también el artículo más profundo y documentado, con una marcada aportación médica, que nos hizo llegar Laura Villalonga.
Gracias por la mención y por tu gran artículo. Habéis hecho las tres un trabajo estupendo. UN besazo ;)
ResponderEliminarMil gracias por hacer difusión de algo tan importante. Trabajando en el ámbito educativo, las dos estamos expuestas a todos los bichitos que nos puedan contagiar nuestros chiquimonsters. ¡Mejor prevenir! ;)
EliminarHabrá que vacunarse contra la catáfora.
ResponderEliminar;)
EliminarMuy buen articulo. Gracias por compartir con nosotros
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias por su comentario! Salud y educación unidos somos MÁS!!!!
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