Aunque mi piel es grasa, suelo tenerla deshidratada, así que ni corta ni perezosa cuando vi las mascarillas de Garnier en el lineal del supermercado me atreví a probarlas.
¡Y qué acierto! ¡Megahidratación en 15 minutos! Además, vienen para su aplicación directa con un tisú ya impregnado con el producto y son supersuaves y comodísimas. Permiten seguir haciendo cosas mientras la mascarilla actúa, y eso es un plus.
¡Prometo repetir!