jueves, 20 de diciembre de 2012

Enseñar el arte de vivir. Aprender el arte de enseñar.

Creo que es justicia que hoy os transcriba una conversación que he tenido en Facebook al hilo de un comentario de Jéssica Brid en su muro a cuentas de un vídeo que a continuación os copiaré. Coincidí con Jéssica en la carrera. Ella es -bastante- más joven que yo, pero siempre teníamos un ratito para charlar en el bar e incluso puede que llegáramos a coincidir en alguna optativa. Es una chica dicharachera y muy curiosa que ahora es alumna del Máster de Formación del Profesorado, lo que viene siendo el antiguo CAP. A partir de ahora lo llamaremos Mastercap.

Pues eso, se ve que para algún trabajo del Mastercap les han hecho ver este vídeo, que yo vi íntegramente en un curso de formación del profesorado que versaba sobre las competencias básicas. El documental se titula Pensando en los demás y se desarrolla en Japón. No os cuento más, es mejor que lo veáis:


Una de las expresiones que más me gustan la pronuncia el locutor: "el arte de vivir". ¿Acaso no es la enseñanza un desarrollo, un aflorar de lo que va a ser el arte de vivir hasta el fin de nuestros días? Reflexiones filosóficas a parte, dos cosas me fastidian de la formación del profesorado: 1. Dan ejemplos de primaria a profesores de secundaria. ¿Acaso querríais que un ginecólogo os operara el cerebro? Y sí, sé que todos somos docentes y bla, bla, bla... pero cada uno con lo suyo. 2. Creo que no son muy conscientes de la realidad de los centros: o lo ven todo "happy flower" o son muy catastrofistas. Dicho esto, os copio la conversación, que no tiene desperdicio.


Y aquí tenéis el resto. Os lo transcribo para que os sea más cómodo leerlo:


Puterina en paro (PEP), o sea, yo: Jajaja, no lloré, pero me impactó. Eso sí, cada vez tengo más presente que el trabajo base debe hacerse en primaria (que es justo lo que se descuida). Luego, cuando las bases ya están sentadas, es muy difícil cambiar a una persona. La bondad debe salir pronto, si no, ¡queda cubierta de hormonas adolescentes! xD

Alumna de Mastercap (AM), o sea, Jéssica:  Exacto. Es lo mismo que pensé yo. Sobre todo porque, del mismo modo que estos alumnos cambian de compañeros cada dos años, en nuestras aulas hay también alumnos que van y vienen a lo largo de su escolarización. Si esto no está trabajado desde pequeños, es muy dífícil que establezcan los vínculos de la amistad tan rápido entre ellos con compañeros que cambian constantemente por X motivos. ¡Ojalá todo empezará desde la base y nos llegarán alumnos así! 

PEP: Ya verás que de la teoría a la práctica hay una diferencia brutal... Y que los documentales sólo muestran la cara amable de la educación... Hay de todo, pero prepárate para una clase como la de mentes peligrosas, aunque debo reconocer que los alumnos majos ¡también existen! xD

AM: En el máster de lo que más se encargan es de enseñarnos toda la parte negativa que existe. Creo que la idea que nos han creado o bien se aproximará bastante a la realidad o bien habrán sido tan catastrofistas que nos parecerán angelitos. xD De hecho, mi máxima desmotivación ahora reside en que me han destrozado por completo la visión idealista que tenía de lo que era ser docente y de lo que sucede realmente...

PEP: Hombre, catastrofista, catastrofista... A mí en en CAP los profesores me parecían muy cumbayás todos. En una clase normal te encontrarás de todo: niños con problemas de aprendizaje, niños con problemas en casa, niños que te causan problemas, niños que sean una combinación de las tres, futuros maltratadores, madres adolescentes en potencia, gallitos prepotentes, alumnos buenos pero que no estudian, alumnos buenos que se lo creen más de lo que son, alumnas que pasan desapercibidas pese a sus buenas notas, alumnos que te caigan mal, alumnos a los que quieras matar, alumnos que te den pena y te los quieras llevar a casa... De los papás no hablamos. Eso sí, te aseguro que no cambio este trabajo por nada del mundo.

AM: Pues ahora no son nada cumbayás... te aseguro que a TODOS (porque yo soy una sensiblera sin remedio) se nos eriza la piel y se nos llenan los ojos de lágrimas cuando nos cuentan la realidad de hoy (los alumnos de este mismo curso, con sus problemas de estos mismos meses y días). Está siendo bastante duro darse cuenta de todo esto. Es como las guerras, el hambre, etc., que vivimos con ello pero no nos afecta a nuestro quehacer diario. Ahora es ser consciente de los problemas de todos estos pobres niños que son nuestros alumnos, saber que muchas veces sólo te tienen a ti y que todo ello te va a afectar de lleno. Creo que no estoy preparada para tanto. Tendré que aprender mucho.

PEP:  Aprenderás, aprenderás rápido, porque a ser profe se aprende con el corazón. Aprenderás a comprar un bocadillo a aquel alumno que no trae merienda y le guardarás el secreto, porque nadie puede saber que en su casa, además de no tener comida, está desatendido. Aprenderás a aconsejar y a consolar con una sonrisa cómplice a una niña a la que le ha venido su primera regla. Aprenderás a comprender a ese alumno al que los bancos han echado de su casa y que ahora vive con sus abuelos y que cuida los libros como si fueran su tesoro más preciado. También aprenderás a ser la camarada del alumno que intimida a los demás y comete pequeños delitos fuera del centro, porque en el fondo es un niño que sólo busca llamar la atención para obtener un poco de cariño. Aprenderás peluquería y estética, porque esa alumna que se maquilla en clase esconde una severa dificultad de aprendizaje que nunca ha sido diagnosticada, pero leerá con entusiasmo los consejos de belleza del Pronto. Otra cosa que aprenderás es que eres un eslabón de una cadena, y que si tú te quiebras también se quiebra todo lo demás. Aprenderás a no matar a un compañero que te ha hecho una faena, porque lo necesitas, porque él es otro eslabón imprescindible para que tus chiquimonsters aprendan. Aprenderás a ser mamá, hermana, amiga, tía, prima, porque ser profesora no basta. Aprenderás a explicar las categorías gramaticales como si fueran una casa con 8 pisos y un ático para no aburrir al auditorio, y será algo que ellos siempre recordarán. Aprenderás que, a veces, la policía debe intervenir para evitar un mal mayor. Aprenderás a ver y a reconocer a un niño víctima de bullying, y tendrás que buscar estrategias para ayudarlo, aun cuando eso pueda suponer un mal mayor. Aprenderás a lidiar con los padres del agresor. También aprenderás a explicar a una alumna qué es una IVE, y cómo se coloca un condón, pero aún más importante es que aprendas a enseñarle a decir no cuando no le apetezca estar con un chico. Aprenderás que el choque cultural entre religiones es brutal. Aprenderás que para que te escuchen los 20 o 30 alumnos de una clase tienes que hacer un poco de teatro, y ni por esas. En fin, poco a poco aprenderás a disfrutar con este trabajo, al que, ya te digo desde ahora, deberás consagrar tu vida, porque el aprendizaje, como bien decimos a nuestros alumnos, es un goteo constante de experiencias a lo largo de la vida.

AM: ¡Me ha encantado lo que me has escrito! ¿Me dejas que copie este texto en mi carpeta de aprendizaje para una asignatura? (Diciendo, por supuesto, que es de una gran amiga y gran profe xD) 

PEP: Jajajaja. ¡¡Todo tuyo!! ¿¿¿¿Me dejas a mí poner nuestra conversación el el blog???? ¡¡¡Mantendré tu anonimato si lo prefieres!!!



Y obviamente no mantuve su anonimato, ¡pero porque ella me dio permiso! Le agradezco a Jéssica también su 'momento pelota' en el último comentario, jejejejeje. Bromas a parte, no quiero acabar esta entrada sin dedicársela por supuesto a Jéssica, que no ve el momento de trabajar de profesora, a todos sus compañeros, que se forman con afán y ahínco para mejorar la educación venidera -si les dejan-, a todos mis compañeros, a los que trabajan y a los que no, a todos los alumnos, a los que nos incordian y a los que nos hacen la vida más fácil, pero sobre todo quiero dedicar estas palabras a todos aquellos que, en un momento determinado, supieron que ser docentes implicaba mucho más que dar clase.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Mundo interino

Antes de empezar os aviso de que tengo un severo SPM y dolor de muelas a partes iguales. Y hace frío. Y tengo hambre y no puedo comer guarradas. Asco de genes. Bueno, dicho esto, voy a procurar que nadie muera mientras perpetro este post, así que me animo con él y hoy os cuento qué es "Mundo interino".

Mundo interino es todo el colectivo de profesores interinos (la mayoría de ellos en paro) que se dan consuelo mutuo real o virtualmente. Viven en un mundo de fantasía que se llama Villainterino, en el que todos los profesores tienen trabajo y pueden desempeñar su labor docente. Muchos de ellos han desarrollado el síndrome del profesor estresado y van preparando materiales como si estuvieran planificando clases pese a hacer meses ya que están en paro. ¡Éstos son los más peligrosos! ¡Huid de ellos, insensatos!

Para agradar al Ministro Wert y a su futura contrarreforma, Mundo interino también se segrega por sexos para llevar a cabo sus actividades cotidianas, que podríamos reflejar en "Los lunes al sol" para ellos y "Usos amorosos de la posguerra española" para ellas.

LOS LUNES AL SOL
Y los martes, y los miércoles, y los jueves...


El interino macho lee, lee mucho, ve todos los documentales de La 2, es asiduo a las entrevistas de TV3 y escucha música underground. Además, es un friki de la informática. Pese a todo ello, y como buen macho que es, también le preocupa su aspecto físico; es por eso por lo que procura ir al gimnasio unas tres veces por semana y a correr varios kilómetros otras tantas.

El interino macho mantiene contacto con sus congéneres en un lugar inhóspito llamado "bar". Ahí consulta la prensa diaria y, con suerte, tendrá un euro para tomarse un café. El interino macho también lleva a cabo otras actividades inclusión grupal de género entre las que se encuentran "los partidos", ya sean reales o televisados. De cualquier deporte, eso no importa.


USOS AMOROSOS DE LA POSGUERRA ESPAÑOLA
Si no habéis leído este ensayo de C. Martín Gaite, leedlo. Os encantará. 
La interina hembra es una histérica por naturaleza. Estar desocupada la pone de los nervios y para paliar esa situación procura entretenerse con cualquier cosa que tenga a mano. Voraz lectora, necesita realizar otras actividades para desarrollarse en su vida diaria. El frío y la comodidad del pijama hacen que salga menos, así que la mayoría de sus tareas se desarrollan en el ámbito doméstico.

Entre sus múltiples aficiones redescubiertas se hallan la cocina, el punto de cruz, la calceta y hasta la limpieza. ¡La limpieza! La interina hembra se ha convertido en el adalid del orden y la pulcritud domésticos. No es capaz de sentarse a coser tranquilamente en la mesa camilla mientras ve alguna serie de sobremesa hasta que su casa no luce impecable.

La interina más díscola también se decanta por otros menesteres que, si bien son igual de femeninos, resultan más propios de aquellas congéneres de zonas industriales (lo que vienen siendo las poligoneras, vamos). Uno de esos menesteres es el maquillaje que, junto a la manicura, pueden hacer que una tarde aburrida se convierta en un momento de creación y realización personal siempre que no se acabe con la cara como un cuadro de Picasso o con las manos como las de un camionero.

La interina hembra a menudo se plantea si fueron necesario cinco años de carrera y uno de CAP para acabar haciendo magdalenas, coulants de chocolate, empanadas de pollo o berenjenas rellenas... Pero es que el mundo universitario era tan "cool" que estudiábamos por puro gusto. ¡Qué más da si luego vas a acabar en tu casa mirándote las lorzas debajo de la combinación del pijama! Eres una interina hembra en paro y tu misión vital es hacer bufandas, mantelitos de punto de cruz y bizcochos de anís.

Pero no os creáis que la interina hembra sólo se desenvuelve en el ámbito doméstico, no. La interina también sale de casa para reunirse con sus congéneres. Lo suele hacer en un entorno amable llamado "cafetería" y suelen pedir una infusión, puesto que mantener la figura es lo primero. En esas ocasiones la interina saca lo mejor de sí y se atavía con sus mejores atuendos para darse un paseo por las calles cercanas. Ya sabéis que una tiene que ir mona hasta a comprar el pan.


Así pues, esta viene siendo la configuración de Mundo interino. Algo malo me hace presagiar que, como esto siga así, vamos a saturar los servicios de salud mental de la sanidad pública. Ah, no, espera, que sanidad pública ya no vamos a tener... ¡Mejor! Así acabamos todos como la vieja de los gatos. Hala pues.

* Nadie ha sido asesinado durante la elaboración de esta entrada. Dormid tranquilos. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Los vascos y los extraterrestres

Creo que ya he puesto varias veces por el blog que estuve trabajando en un CEPA durante casi dos cursos; esto es, daba clases a adultos. Como todos los alumnos, unos me caían mejor y otros me caían peor, pero este tipo de enseñanza no es precisamente la que más me gusta. Y lo digo así, a bocajarro, le pese a quien le pese, que para gustos, los colores.

¿Por qué no me gustó trabajar en la escuela de adultos? Elementos administrativos y organizativos a parte, debo decir que la calidad humana de todos los que fueron mis compañeros es excelente, aunque a veces discrepábamos en aspectos básicos de la enseñanza. No por ser adulto un alumno directamente tiene razón, además, a mi juicio, jamás se debe quitar la "autoridad" al profesor, jamás (excepto causa de fuerza mayor). Para no aburriros con lo que yo pienso de ESPA y de la regulación de los CEPAs (que pondría fino a más de uno, oiga), os voy a contar una de las primeras anécdotas que me sucedieron y que he titulado "Los vascos y los extraterrestres".

El primer año que llegué al CEPA, junto con mi inexperiencia fuera de Mallorca, me llevé todo lo que ya había aprendido dando clases a adultos durante 4 meses (esto os lo contaré otro día). Como allí se funciona por cuatrimestres, me encontré con que tenía que dar una semana de clases y evaluar a los alumnos. TERROR. Auténtico terror. Ésta es la mayor putada que le puede pasar a cualquier interinucho que llega de novatillo a un centro. Intenté salvar esto como pude, pero en el centro no gustó que el día del examen final, al que se presentaron alumnos que yo no conocía, yo les pidiera el DNI para confirmar su identidad. A mí en algunos exámenes me pedían el DNI profesores que me habían visto en clase día sí y día también y sabían quién era yo perfectamente, y no por eso ponía el grito en el cielo. De hecho, me parece lo más justo y lo más normal. De la selectividad ni hablamos.

Éste fue uno de mis primeros "encontronazos", así que os podéis figurar cómo se avecinaba el 2º cuatrimestre... Al menos me lo pude preparar, que no es poco. Entre todos los grupos que me tocaron, tuve el placer de impartir un 4º de ESPA a unos alumnos maravillosos. ¿Todos? ¡No! Todos no... Siempre hay una oveja negra... Era una clase MUY heterogénea, y cuando digo "muy" quiero decir "muy mucho", pero todos nos llevábamos bien. Voy a procurar no dar muchos datos, porque Menorca para estas cosas es un pueblo y "nos" conocemos todos... Así pues, la alumna en cuestión -cuya situación no voy a relatar- se va pasar a llamar oficialmente "Oveja Negra", ON de ahora en adelante.

Clase de sociolingüística a finales del mes de marzo: el origen de las lenguas, la situación del Español en el mundo y las lenguas de España.

Profesora: Bueno, como el otro día ya vimos las principales variedades del español y dónde se ubican en el mapa, hoy nos vamos a quedar en casa. Supongo que todos sabéis cuáles son las lenguas oficiales de España, ¿verdad?
Alumnos: Sí, claro.
Profesora: ¿Alguien sabe si se habla alguna otra lengua?
Alumnos: El bable, la fabla... (si es que eran muy buenos, yo os lo digo).
Profesora: Como del castellano ya hemos hablado, voy a empezar por el Euskera y dejaré el gallego y el catalán para después. ¿Sabéis dónde se habla?
Alumnos: En el País Vasco.
Profesora: ¿Sólo? A ver, mirad el mapa y pensad...
Alumnos: Navarra.
Profesora: ¡Bingo! ¿Y fuera de España?
Alumnos: ¡Pues como no sea en Francia!
Profesora: ¡Efectivamente! En la zona de Francia más cercana a España y que limita con el País Vasco. Ahora viene lo difícil. ¿Alguien entiende el Euskera?
Alumnos: ¡Eso no lo entiende nadie!
Profesora: ¿Seguro?
Alumnos: Bueno, entre ellos sí, pero es muy diferente al castellano o al catalán. A un gallego cuando habla en gallego más o menos se le entiende, como a un francés o a un italiano.
Profesora: Así, es, ¿y eso por qué? ¿De qué lengua ya sabemos que NO deriva?
Alumnos: No viene del latín. No es romance.
Profesora: Efectivamente, lo habéis acertado. Pero el ruso tampoco es una lengua romance, pero sí hay otros idiomas que se le parecen...
Alumnos: Es que el vasco es raro.
Profesora: ¿Raro?
Alumnos: Bueno, raro, raro, no; es diferente a todas las lenguas (yo os lo digo, eran muy buenos).
Profesora: Sí, es una lengua aislada. Ya se encontraba en la Península Ibérica mucho antes de que llegaran los romanos y no se le conoce ninguna lengua con la que esté emparentada. Además, se cree que puede ser una de las lenguas más antiguas de Europa. Aunque no tiene una historia de la literatura extensa (como sí la tienen el castellano o el catalán), su uso nunca se ha interrumpido. Eso sí, es una lengua que puede tender a desaparecer precisamente por su diferencia con sus vecinas, el castellano y el francés, aunque también adopta de éstas -principalmente del castellano- muchas palabras. Ni siquiera es una lengua indoeuropea, es una lengua aislada. No tiene alrededor ningún idioma que se le parezca. ¿Entendéis este concepto?
Alumnos: Sí, profe.
Profesora: Estupendo, entonces, ahora... (interrupción de Oveja Negra. Nervios en el aula, que se la vienen venir...)

Oveja Negra: Perdona que te interrumpa, Isabel, pero esto no es así.
Yo, al borde de un ataque de nervios: Ah, ¿no? ¿Y entonces? ¿Conoces algún estudio más moderno?
ON: Es que esto no es así.
Yo: Bueno, en cualquier caso, como yo soy la profesora, creo que tengo cierta autoridad académica como para poder elegir los contenidos de la asignatura (dentro del currículum) y en qué manera os los hago llegar. Yo os ofrezco la teoría más aceptada a un nivel que crea que os pueda resultar sencillo. (Aquí temía una arenga pseudolingüística en la que me dijera que el vasco es un dialecto del español, pero ¿afortunadamente? no fue así). En cualquier caso, si nos quieres decir lo que piensas, adelante. (Craso error).
ON: El vasco sí que es una lengua muy antigua, pero es tan antigua porque ya la conocían los antiguos mayas porque se la transmitieron los contactos con los extraterrestes y después la hicieron llegar hasta aquí.
Yo (y toda la clase): Gri, gri, gri...

Se produjo un incomodísimo silencio, en el que no sabía si partirme de la risa o enervarme. Miré las caras de mis alumnos, cuyos ojos me decían a gritos "está loca, déjala", y me armé de valor, así que contesté: "Muy bien, Oveja Negra, esta es tu teoría, pero en clase vamos a estudiar y a dar como buena la que yo os he explicado antes, ¿de acuerdo, chicos?"

Menos mal que todos me apoyaron, porque esta situación fue muy, muy, muy friki. Os juro que esta respuesta es verdad y es textual, porque me quedó garabada a fuego. No sólo lo recuerdo por las miles de veces que lo he contado `para echarnos unas risas sobre lo surrealista del caso, sino porque también trajo cola...

Resulta que la susodicha Oveja Negra se presentó en el despacho de dirección para soltar sobre mí una retahíla de mentiras. Entre todo lo que dijo solamente había dos verdades que, gusten o no, forman parte de mi manera de dar clases y son totalmente legales; además, estos dos aspectos me los habían solicitado explicitamente dos alumnos diferentes del grupo, así que... A mi plin.

Lo peor no es que se fuera a dirección, lo peor de todo es que allí le dieron crédito y aceptaron todo lo que decía a pies juntillas. A fin de cuentas, ella tenía razón y yo no. Mi cara fue de circunstancias cuando me lo comunicaron al llamarme a una reunión. Fui rebatiendo una a una las cosas, pero claro, era su palabra contra la mía, y a mí no me iban a dar la razón. Eso me dio aún más rabia, no porque no me dieran la razón, porque es algo subjetivo, sino porque no se dignaron a investigar si lo que decía la alumna era cierto: Nadie vino a ver mis clases, nadie consultó a los demás alumnos, nadie consultó el expediente de la alumna en cuestión.

Huelga decir que "Oveja Negra" vivía en una situación social desvaforable y había tenido una vida no muy común, rasgos que se unían a un severo trastorno psiquiátrico. Así que ya sabéis, como los locos y los niños siempre tienen la razón (o así lo creyeron en el centro), el vasco o euskera proviene de los extraterrestres que nos lo hicieron llegar a través de los antiguos mayas. Ah, y cualquier cosa difamatoria que diga un alumno sobre cualquier profesor es cierta sólo por el mero hecho de haberlo dicho. La versión del profesor no cuenta, porque a fin de cuentas, ¿para qué estamos aquí? ¡Si ni siquiera sabemos que el euskera es la lingua franca interplanetaria!



jueves, 29 de noviembre de 2012

¡Quiero mi Mark Darcy!


¡Y lo quiero ya!

En mi proceso de persona a Bridget Jones sólo falta una cosa: los hombres. No llega ni un triste Hugh Grant, asi que ni qué deciros de Colin Firth. Igual que la Zellweger yo también me he puesto a dieta (llevo 8 meses a dieta perpetua) y he intentado hacer vida social. Lo de la sopa azul no lo he probado, pero es que no me parece muy sano...

Será que me faltan las bragas de cebra con las que sale a la calle en pleno invierno, nevando, con unas zapatillas de deporte y desgreñada, tras el amor de su vida al que ha estado a punto de perder por su diario. Yo, por contra, sí que tengo la faja con la que se planta en el parque de bomberos para una retransmisión accidentada.


Nota mental: próxima adquisición: unas bragas de cebra, o de leopardo, o de lo que sea. Nada de Hello Kitty.

Sigamos con el post. Otro de los rasgos de mi proceso de "bridgetjonización" es la fauna que suponen mis amigos. Maravillosos todos ellos, siempre se las apañan para que pase un buen rato, aunque a veces se rían un poco de mí. Debo reconocer que a veces les doy pie, pero bueno, los/las adoro. Aunque bien pensado, no creo que se comieran una sopa azul.

Lo peor de este proceso es el "Profe, ¿tú no tienes novio?". Ahí te hunden y te destrozan, pero tu haces acopio de moral y de astucia y a cada grupo le cuentas una trola diferente. A los de 1º A les dices que estás casada y tienes un hijo (WTF?, sí, lo sé); a los de 2º, que son los más majos y los que preguntan con menos maldad, les dices que estás soltera. A secas. El pitorreo llega con los de 3º, tan cabroncetes ellos. Les digas lo que les digas, van a entender lo que les dé la gana, así que les digo que tengo un hiper-mega-novio súper-híper-mega-fabuloso. Ya que soltamos una mentira, que sea gorda. Pero si tiene que venir un hombre, que sea un Darcy, un Booth, una maravilla de la ficción. Porque desengañémonos, como me soltó un alumno de 15 años, seguramente ya dolido con las mujeres, "lo que me pasa es que tengo el listón muy alto". Frase que "arregló" con un mortal: "que no digo que tú no te lo merezcas, profe..." Tocada y hundida. Estas cosas me pasan por hablar.

Ahí viene cuando tus chiquimonsters empiezan a buscarte pretendientes, desde el papá divorciado de uno hasta el profesor viejuno que te dobla la edad pasando por cualquier elemento masculino mayor de 18 y menor de 65. No. Decirles que no contestas preguntas personales no funciona, puesto que igualmente te las harán y se van a inventar una vida paralela que muchas veces es mejor que la tuya propia. Si no, preguntádselo a J., amiga y compañera asidua lectora de estas páginas, a quien emparejaron con su compañero de piso sólo por ir por la calle caminando (inocentemente) junto a un hombre... O a un compañero de FP de peluquería, que estuvo de baja por un accidente haciendo senderismo por las montañas y acabó siendo un suicida-romántico-potencial porque estaba supuestamente enamorado de su jefa de departamento y ésta tenía pareja. Pero por Dios, ¿en qué momento se inventan todo esto esas cabecitas? Si se pusieran a escribir novelas, serían auténticos Best-Sellers.

martes, 27 de noviembre de 2012

"Tiro al Conseller"

Hoy, mi ética, mi moral y mi sentido común me obligan a compartir con todos vosotros la actualización de estado de Facebook de VB, una amiga que conocí haciendo el CAP y con quien a penas coincido -insularidad, ya sabéis-, pero cuyas ocurrencias son lo más de lo más.

Es una profe de inglés muy apañada con todo lo que se le ponga por delante, y ha tenido la suerte (o la desgracia) de conocer muchos centros y muchas maneras de hacer, así que dentro del mundo de los interinos ella es una experta en la materia. Os dejo con su propuesta, que seguro que os gusta:

He inventado un deporte nuevo, se llama "Tiro al Conseller". 
Consiste en tirar pieles de mandarina a la TV al grito de pocavergonya-sinvergüensa! cuando sale el Sr. Bosch en las noticias de IB3 de mediodía.
Se me da muy bien.

¿Os apuntáis a lo de "Tiro al Conseller"? Yo creo que en eso siempre ganaríamos las Olimpiadas, fíjate tú. Los interinos en paro podríamos montar una liguilla y ganarnos así la vida, que con la que está cayendo, cualquier idea se tiene que aprovechar.

Todo lo que podría haber sido (y no fui)

Podría haber sido médica o enfermera, pero soy muy mala en física y matemáticas, y no me hubiera sacado el bachillerato ni a tiros. Podría haber estudiado derecho y estaría trabajando de mil y una cosas, pero no tengo capacidad memorística. Podría haber sido costurera, pero también me gustaba estudiar. Podría haber sido pianista, pero tengo las manos extremadamente pequeñas y a duras penas abarcaba una escala con la palma extendida. Podría haberme casado y tener churumbeles, pero soy un poco antisocial y no tolero que se vulnere mi independencia. Podría... Podría haber sido o hecho mil cosas, pero no. Soy lo que soy y soy quien soy.

Soy profesora de lengua castellana y actualmente los "ajustes" económicos del gobierno no me permiten ejercer. ¿Pero sabéis qué? Me da igual. No volvería ni un paso atrás. No cambiaría mi formación ni mis elecciones por nada. Estoy orgullosa de lo que soy, de lo que hago. Me queda mucho camino por recorrer, ojalá que sea mucho, pero de momento "je ne regrette rien".

Y todo esto, porque os quiero regalar una de mis canciones favoritas. Una canción que me da fuerzas, un himno a la personalidad y al aprendizaje vital. Con todos ustedes: Edith Piaf.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Errare humanum est

sed perseverare diabolicum. Clásicos grecolatinos, os odio. Bueno no, pero hoy sí. No aprendo. No aprendo ni a tiros. Soy peor que todos mis alumnos juntos. Soy obstinada y caprichosa -y dudo mucho que esto vaya a cambiar-. No, no soy obstinada y caprichosa en general, sólo en ciertos aspectos de mi vida, pero me equivoco con más frecuencia de la que me gustaría poder admitir. Y lo pago caro, Dios sabe que lo pago caro. Bueno, mi cuerpo también lo sabe.

Resulta que tras una alimentación - dieta con la que he perdido 20 kilos para volver a un estadio normal para mi estatura, complexión, etc., mi cuerpo ha decidido que va a seguir un modo de vida austero cueste lo que cueste. Además, se ve que piensa cobrarme una alta factura por cualquier exceso que me permita. Ni una grasa, nada de trasnochar (mucho), nada de humo, nada de frío.

¿Qué pasa si "no me porto bien"? Pues que escribo este post a base de manzanilla templadita, mesa-camilla y sofá. A parte de eso, mi cuerpo ha decidido que, según él, lo más sabio es que me suba la temperatura de golpe, me quede en cama, y poco a poco -muy, muy, muy poco a poco- se me pase. Asco de todo...

¿Por qué no aprenderé a la primera? ¿Por qué me obstino en seguir comiendo cosas que sé que me provocarán esto? ¿Por qué? Yo os lo diré: GULA. Sí, la gula es un pecado capital, así que arderé eternamente en las calderas del infierno. Eso lo tengo asumido, pero ya que va a ser así, que sea con un brownie, ¿no? Ah, y ya de paso, con unas tartas de limón, unos crespells y robiols, y un buen pedazo de lomo de cerdo aderezado.

Mantequilla, manteca y cerdo es lo que peor me sienta. No, no por ello me voy a convertir al islam ni al judaísmo. Tranquilos. En estos momentos me siento como las nenas que van en shorts en pleno mes de enero, con una supersudadera XL porque es muy cool, congeladas de frío, pero incapaces de ponerse unos pantalones largos, porque eso, amigos, no mola. Se congelan día tras otro y saben por qué, pero insisten en ello y persisten en su particular error de congelación. Yo soy como ellas, pero con los dulces.

Otro día os hablaré de este tipo de alumnos/-as, que también se merecen un espacio en este nuestro blog. Yo, mientras, pagaré la penitencia de perseverar en el error. ¿Algún truco para no sucumbir?

viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Qué hacen las profes en su tiempo libre?

Si a los alumnos ya les encanta preguntar a los profesores acerca de su vida privada, esta pregunta ya es el colmo. No entienden que "leer" sea un pasatiempo, o que "estudiar" y hacer cursos de formación también lo sea. Eso, básicamente, no lo pueden concebir. Os lo voy a poner por escenas, que así es más fácil.


ESCENA 1: Sales de marcha y te encuentras con tus chiquimonsters.

¡Horror! Tú intentas ir toda mona y conservar la poca dignidad que te queda a las 3 de la madrugada con el rímel corrido y allí están ellos, con cara de asco, de incredulidad, acechando, llamándote "vieja" a gritos con la mirada. Allí están tus monstruitos de 15 años -que se creen muy mayores- que encima te recriminan que vayas a los mismos sitios a los que van ellos.

Así serían las fiestas de fin de curso si esto fuera EEUU, pero como no lo es, menos glamour, más chonismo y un poco de botellón, ¿no?
Excuse me????? Resulta que yo voy ahí todos los fines de semana y oh! Hoy es el día de fin de trimestre y mis chiquimonsters se agrupan en manada para ir a celebrar que van a estar unos dias (o meses) sin clases. ¿En qué cabeza cabe que una nena de 15 años ande suelta a esas horas de la madrugada? Bueno, yo ahí ya no entro, pero no me digáis que no es una situación un tanto incómoda. Más incomoda es aún la situación de recordárselo a nuestros jueces/elementos subversivos/alumnos en clase cuando te dicen: "Profe, te vi de marcha". Y tú sonríes, sonríes para no matarlos, porque en el fondo los quieres, aunque sea muy en el fondo.


ESCENA 2: La piscina.

Eres la profe novatilla en prácticas en el instituto de tu pueblo y, para mantener la salud, sueles ir con asiduidad a la piscina, donde pasas desapercibida. Pasas desapercibida hasta que te empiezan a conocer y empiezan a analizar cada pelo, cada michelín y cada gramo de grasa y celulitis de tu cuerpo. Del atuendo "barbie/choni deportista acuática" ni hablamos.

El vestuario de la piscina, ese gran sitio...

Ahí te debates tú, entre tu dignidad y el cloro de la piscina, entre una pulmonía o salir corriendo en pleno mes de enero. Y una, que además de ser profesional lo tiene que aparentar, hace acopio de la poca dignidad que le queda al estar en paños menores, hace como que tiene el cuerpo escultural de Bar Reffaelli, y se va para la ducha a darse una sesión de spa de cloro mezclado con champú del Mercadona, en el mejor de los casos será Pantenne. Una vez duchada, intentas secarte y vestirte procurando parecer lo menos ridícula posible y oh! Hay que pelearse con el secador. Esa máquina del demonio no funciona y fuera hace un frío glacial. No pasa nada. Te peinas y te quitas los enredos intentando no llorar y sales con la frente bien alta. Hasta que en clase te sueltan: "Profe, te vi en la piscina."


ESCENA 3: Los probadores de Stradivarius.

Se ha abierto un Stradivarius nuevo en la ciudad (o pueblo, porque el tamaño es relativo) y es como un centro de peregrinación. Todas acudimos a la tienda de moda ávidas de nuevos modelitos o de un básico para nuestro armario. Todas: de cualquier edad, tamaño, raza, clase o condición. Todas. Y ahí, cuando ya has ojeado lo que hay y has seleccionado algunas prendas que te quieres probar para decidir si te las compras, cuando has entrado en el probador y te peleas con la puñetera cortinita para no enseñar más culo del que tienes, ahí oyes unas voces que te resultan familiares...

Son ellas. También han acudido en manada a la llamada del capitalismo. Y ahí estás tú, sola -porque justo ese día se te ocurre salir sola de compras-, indefensa, sin depilar y con medio culo al aire, una vez más, intentando conservar tu dignidad. Tienes que salir del probador para tener una imagen general de la prenda, así que procuras salir "un poco mona".

Ahí están, te han visto y te analizan. Pero ¡oh, sorpresa! Parece que tienen buenas intenciones, son las chiquimonsters que se han ido convirtiendo en personas adorables a lo largo del curso (porque desengañémonos, esa es nuestra misión y el objetivo último de la educación). Os reproduzco el diálogo, que se explica solo:

- ¡Hola, profe!
+ (Con cara de circunstancias) Hola chicas. ¿Qué tal? (Craso error, ¡no les des conversación!)
- Bien, aquí, comprando, veo que tú también.
+ Sí, hija, las profes también nos vestimos. (Casualmente una de ellas ha cogido los mismos pantalones que tú y se los está probando).
- Profe, eso no te sienta bien, pero esto otro te queda superbien.

Gri, gri, gri... Cara de circunstancias.

+ Gracias, supongo-
- Oye, profe, ¿no has visto esa chaqueta? ¡Seguro que te quedaría genial! Oye, Fulanita, vete a buscarle una chaqueta a la profe.

Gri, gri, gri... Cara de circunstancias.

- Anda, profe, ¡pruébatela!
+ No sé, no sé. (Al menos han tenido la delicadeza de traerme mi talla)

Y ahí estás tú, probándote lo que te han seleccionado tus alumnas para que combine con lo que has elegido tú. El mundo al revés.

La cosa era más o menos así, pero sin tanto glamour.

- Jo, profe, qué guapa vas, te sienta superbien,  es superchula, te hace muy alegre.

Ahí sospechas y no sabes si te la están colando o lo dicen de corazón, porque en el fondo, muy en el fondo, tienen uno. Y ahí estás tú, en pleno mes de mayo, sucumbiendo a los halagos de tus chiquimonsters femeninas en pleno proceso de evolución de niña a mujer, como diría Julio Iglesias. Y te compras todo lo que ellas te han traído, y no sabes si lo has hecho por quedar bien, por los halagos, o porque en el fondo las prendas te gustaban. Eso sí, hasta pasar el juicio de otra amiga profe no le quité la etiqueta a nada y guardé el tique de caja como oro en paño. Por si las moscas.

Yo, en clase. Jajajaja, ¡qué es broma! Aunque daría el pego, ¿no?
La semana siguiente en clase resuenan los ecos de dulces vocecitas femeninas adolescentes:

- Profe, mira, ¡llevamos los mismos zapatos!
- Profe, mira, ¡llevamos los mismos pantalones!
- Profe, mira, ¡llevamos la misma chaqueta!

Y no sabes si todo eso es producto de la globalización y del capitalismo o de que, muy en el fondo, eres un modelo para ellas. No muy positivo, pero modelo a fin de cuentas.


Este post va dedicado a Jessy, avida lectora del blog y amiga, quien con un estado suyo en FB ha sido hoy mi inspiración. ¡Dulces monstruitos a los que se les perdona todo!

¿Cuáles son vuestros "encontronazos" más sonados con vuestros chiquimonsters? ¿Alguna anécdota?


miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Me ayudáis con un cuestionario?

En el marco de un curso de formación de la Conselleria una de las actividades consistía en realizar un cuestionario. Sólo en realizarlo. Pero yo cuando hago algo quiero que tenga una utilidad, y me he propuesto compartirlo con todos vosotros para, una vez extraídos los resultados, elaborar una entrada en el blog aportando mis (¿controvertidos y polémicos?) comentarios.

Si os apetece colaborar y os dedicáis a la labor docente, podéis realizar el cuestionario aquí. ¡Animaros, que es muy cortito!

Por cierto, el cuestionario está en catalán, aunque se entiende perfectamente si habláis cualquier otra lengua románica. Asimismo, Google tiene un traductor fabuloso.

CUESTIONARIO: Llengua, atenció a la diversitat i TIC

Tres mamás

Hace unas semanas tuve el placer de conocer a tres mamás profundamente involucradas en el aprendizaje de sus hijos. Eran tres chicas jóvenes de Manacor con un elemento en común: sus hijos o hijas tenían una dificultad específica de aprendizaje. 

No entraré aquí a explicaros cada uno de los casos, en primer lugar porque iría en contra de la ley de protección de datos y la ley del menor, y en segundo porque es irrelevante. Lo que realmente me impactó de ellas era su preocupación por cómo educaban a sus hijos en casa y por cómo éstos eran tratados en el colegio. Ellas buscaban formación e información. Buscaban alguna respuesta dentro del oscuro y vasto mundo de la educación y, en concreto, de la atención a la diversidad. 

Escuchaban atentas todas las ponencias, por aburridas que fueran, y tomaban notas, y cogían ideas, y miraban con cara de aprobación o de rechazo, puesto que nadie mejor que ellas saben lo que sus hijos necesitan. Yo creo que son el tipo de mamás que me gustaría tener en mi tutoría: familias que colaboran, trabajan con el centro en la misma dirección y ayudan a que sus hijos no sólo aprendan, sino a que evolucionen como personas. Son familias que educan, para que la escuela sólo tenga que encargarse de la formación académica. Y de educar también, claro está, pero cuando eso viene de casa, se nota. Una va más relajada, más tranquila, más a gusto. Son como las familias de mi 2º D del curso pasado: ¡maravillosas! No tengo queja de ninguna de ellas, todas, las 21, me respondieron siempre con inmediatez y con un tono cooperante. ¡La gloria educativa en cuestión de familias! Y no exagero. 

Volviendo a las tres mamás, una de las cosas que más me llamaron la atención de ellas fue su generosidad y el cariño que rezumaban. Sin conocerme me ofrecieron agua cuando estaba sedienta y se lamentaron de mi situación y la de una compañera por estar en paro, cuando faltan tantos profesionales en los centros. Hablé muchísimo con ellas e intercambiamos correos electrónicos. ¡Fueron tan majas que hasta me invitaron a comer! 

No negaré que me sentí un poco avergonzada por la invitación, pero estoy segura que pronto podré devolverles esa cortesía de una manera que ellas puedan apreciar: con materiales especificos, con enlaces a webs... y, por qué no, ¡con una de mis recetas! Un día me acercaré a verlas y las invitaré a tomar algo. Simplemente porque necesitan a alguien que las escuche y que les sirva de desahogo. Simplemente porque necesitan que les digan que lo están haciendo genial y que sus hijos en un futuro se lo agradecerán. Simplemente porque se lo merecen. Simplemente porque son fabulosas. 

domingo, 11 de noviembre de 2012

No me juzgues

Antes de empezar a leer esta nueva entrada del blog, me gustaría que dedicarais un poquito de tiempo de vuestra vida a ver este vídeo que seguramente recordáis. A mí me sigue emocionando.


No os voy a explicar qué paso en Britain's Got Talent porque todos lo habéis visto y la mayoría ya lo conocíais de antes, sólo quiero hacer hincapié en el prejuicio: una mujer rural no puede dar nada bello, del mismo modo que un niño con DEA (un alumno NESE) nunca aprenderá, ¿verdad? Craso error.

Tampoco quiero entrar aquí a valorar cómo tratamos a nuestros alumnos y si les damos todas las oportunidades que se merecen, ni siquiera si les damos la oportunidad de que se muestren ante nosotros como realmente son. Pero hoy no hablaré de alumnos. Hoy no. Como diría Antonio Gala: "Ahora hablaré de mí".

No me juzgues. No puedes juzgarme. No tienes autoridad para ello. Qué más da lo que parezca que soy, lo que aparente. Qué más da que te parezca una persona bruta e insensible. Es irrelevante que te parezca agresiva. Me patina que creas que soy arisca y desagradable. Me ofende que me creas mala profesional. ¿Tú te has mirado al espejo, campeón? Y permíteme la licencia de que te llame campeón, porque lo eres, eres un campeón del escarnio público. A eso, majete, no te gana ni Dios.

¿Me has visto en mi entorno real? ¿Me has visto trabajando? ¿Me has visto hablando con los padres? ¿Me has visto preparando clases o corrigiendo redacciones? ¿Me has visto interactuando día a día con mis alumnos? ¿Sí? ¿Estás seguro de que no me has visto sólo un día y de que no tienes una visión sesgada de mí y de mi labor? Ah, bueno, vale, ahora piensas, ahora vienen los "Es que..."

Ten cuidado, ten mucho cuidado. Te lo digo por experiencia. La última vez que se me ocurrió juzgar a alguien como listillo, soberbio, etc. me equivoqué de tal manera que aún me siento mal y tengo remordimientos por ello. Esa persona no lo sabe, pero es de las que más me ha enseñado y de las que más me ha aportado para mejorar mi labor docente. No es ni siquiera un amigo, apenas hablaba con él y  ya he perdido casi todo el contacto. Era un compañero, y de los buenos. Buen compañero y buen profesional. Me equivoqué tanto y metí la pata tan hasta el fondo que sentía vergüenza cada vez que tenía que dirigirle la palabra. No es la alegría de la huerta, pero tiene otras muchas cualidades. Me equivoqué, mis prejuicios me traicionaron.

Yo soy una vil mortal y también sucumbo a juzgar a la gente a simple vista. Todo el mundo nos causa una primera impresión, esto es así y no podemos hacer nada para cambiarlo, pero de nosotros depende cerrar o no la mente a conocer a esa persona. La última vez que yo cerré la mente me di cuenta de todo lo que me había perdido y hubiera podido aprender... Una oportunidad perdida, pero al menos llegué a tiempo de enmendar mi error.

No me juzgues. Puede que te hayas creado una primera impresión de mí, pero tal vez puede que sea falsa o, al menos, no cierta del todo. No sabes si después de mi orden en clase están mis comeduras de olla con los problemas familiares de mis alumnos, o si después de decir "no voy a trabajar más de lo que me pagan" están mis conversaciones telefónicas nocturnas y extraoficiales con alguna mamá apurada que ya no aguanta más y necesita a alguien con quien desahogarse confidencialmente. No sabes si después de ser estricta con las fechas de entrega y con la diligencia en el trabajo diario tengo manga ancha para corregir o permito ciertas licencias. No sabes si detrás de mi juventud -cosa que se cura con la edad- hay una gran formación y una amplia experiencia. No sabes si detrás de mis dictados se hallan historias apasionantes que hacen que los alumnos se partan de risa. No sabes si después de mis gritos vienen las tutorías individuales y los bocadillos compartidos con un alumno o con una alumna que necesita a alguien que le escuche.

No lo sabes, pero yo te lo digo. De ti depende creerme, aunque, bien mirado, me da igual. ¿Sabes por qué? Porque todas las noches duermo a pierna suelta. ¿Y tú? ¿Puedes conciliar el sueño con tranquilidad? Piénsalo un rato y luego me cuentas. Igual hasta te sorprendes y nos parecemos. O no. No me juzgues. Respétame. Tal vez a mí no me gusten tus métodos o directamente no me gustes tú, pero te respeto y te respetaré e intentaré ser cordial en todo momento. ¿Tú podrías decir lo mismo? 






De la oratoria: entender y tratar el TDAH y motivar al alumnado

De acuerdo, este título carece completamente de sentido -a primera vista- y es un poco ambiguo. Hace dos semanas tuve el placer de escuchar dos fabulosas conferencias. No sólo eran fabulosas por su temática, sino también por el dominio de la oratoria de los ponentes. No se limitaban a leer o a presentar estudios, ni siquiera a hacer reflexiones con ciertos toques de humor. No. Ellos interactuaban con el auditorio, y lo hacían de una manera tan emotiva, tan profunda, tan hermosa, tan expresiva, que al final los aplausos parecían no cesar.

La primera conferencia la presentó Javier Bahón* e iba sobre cómo motivar al profesorado para que éste a su vez pueda motivar a los alumnos. Parece una chorrada, pero es obvio que si alguien no está feliz con lo que hace difícilmente va a contagiar entusiasmo por lo que hace o por lo que enseña. Así de claro. Si estás amargado sólo conseguirás amargar a los alumnos, y esto os lo digo por propia experiencia. Os aseguro que cuando llego (mejor dicho, "llegaba") a clase a las 8 de la mañana con energía, sonriente y con ganas de trabajar los alumnos, aunque soñolientos, responden. Cuando entraba en una clase con pocas ganas, todo se desmoronaba automáticamente. Son cosas que el cuerpo no puede controlar, pero se pueden intentar reeducar (aunque a veces es imposible al 100%).

Os volveré a hablar de esta ponencia en otro post que se titulará "No me juzgues", pero sí que quiero remarcar aquí lo importante que es vivir el momento, disfrutar con lo que uno hace, sentirse respaldado por un equipo de profesorado y por un equipo directivo (esto último muy importante), sentirse valorado, no ser víctima de prejuicios, etc.

Ya os hablé en la entrada anterior -sobre lengua y lenguaje- lo importante que es la comunicación en todas sus dimensiones, y es por eso por lo que una de mis premisas para aprobar la optativa de Procesos de Comunicación era sonreír y ser buenos con los compañeros. Alucinaríais de ver el cambio que experimentaron esos alumnos personal y académicamente a lo largo del curso. Pasaron de ser bestias pardas y alumnos con muchas reticencias a trabajar y a convivir y aprender en un entorno tranquilo a ser personitas que eran capaces de autoregularse, de concentrarse, de trabajar y de valorar su esfuerzo y, sobre todo, de pasárselo bien, de reír, de disfrutar, de hacer bromas, de hablar, de preguntar todo tipo de dudas -y me refiero a "todo tipo" de dudas-, de disfrutar de estar juntos y de aprender cosas nuevas sin darse cuenta. ¿Tal vez porque no tenían la presión del examen? Puede ser... Pero os aseguro que aprendieron mil, leyeron libros e hicieron mogollón de trabajos... (los exploté un poco, pero no se daban cuenta, jejejejeje). En definitiva, les apetecía venir a clase (0% absentismo), disfrutaban, eran parte de un colectivo y sabían que si fallaba uno, fallaba todo, porque todos y cada uno eran imprescindibles, un eslabón de una gran cadena de aprendizaje. Me diréis que esto es muy bonito, y sí, lo es, especialmente cuando dos nenas maravillosas te dicen a final de curso que no quieren que te vayas... (Señor Bosch, ¿esto se lo dicen las langostas de Cabrera a las que acosa haciendo submarinismo con dinero público?).

¿Por qué me funcionaba esa clase y otras no? Porque a esa clase yo iba con muchísimas ganas, iba a "jugar" con la lengua, a estar con ellos, a escucharlos, a solucionar problemas, a crear proyectos, a reír, a ver películas y a debatirlas después. Iba motivada, y eso, directa o indirectamente, motivaba a mis chiquimonsters. Más majos ellos... ¡Ay, cuánto los echo de menos!

Otro factor muy importante dentro de la educación -y de la vida en general- que está íntimamente ligado a la motivación es la empatía, ponerse en el lugar del otro, ver con ojos ajenos la misma situación que uno experimenta. En la conferencia sobre TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad) la ponente, Isabel Chávez**, de la Fundación Adana, nos hizo ponernos en el lugar de los alumnos con esa dificultad específica. Puede que imitar a un niño con TDAH nos haga gracia al principio, pero cuando analizamos la situación con frialdad nos damos cuenta de lo frustrados que pueden llegar a sentirse por su "limitación". Nuestra función será, pues, transformar esa limitación en una oportunidad: fomentar sus habilidades y no echar caso de los defectos. Poco a poco las primeras irán ganando terreno a los segundos.

No podemos matar moscas a cañonazos, del mismo modo no podemos tratar a un TDAH como al alumno con Síndrome de Asperger, como al de Altas Capacidades o como al de escolaridad ordinaria. Todos son diferentes y todos precisan atenciones especializadas. Pero por favor, no corramos el riesgo de creer que eso se palía sólo con una unidad didáctica adaptada, no seamos tan simplistas. A veces las mejores adaptaciones son las emocionales: suelen ser las más efectivas y las más duraderas.

Nos hartamos de hablar de competencias básicas, ¿pero acaso no es más importante que nuestros alumnos sean felices y sean "aptos" para la vida en sociedad que el hecho de que aprueben o suspendan, o tengan tal o cual dificultad? A todos los papás de la tutoría del año pasado -tuve la suerte de poder trabajar con 21 familias absolutamente colaboradoras y maravillosas- siempre les decía que si sus hijos eran buenos, cariñosos y les respetaban, no dieran tanta importancia a las notas, que seguro que iban a ser gente de bien y tarde o temprano los resultados llegarían, fueran en forma de notas o en forma de proyectos, trabajos, etc. El "problema" hubiera sido que algunos de mis alumnos hubieran tenido, además de fracaso escolar -en pocos casos-, fracaso familiar y social, algo que, lamentablemente, suele ir unido. Ellos tuvieron la suerte de cara, y la mayoría tuvieron un éxito personal más que suficiente para que éste les reportara éxito académico (y no al revés)***.



*Este vídeo es de otra conferencia, pero es igual de interesante. 
** Cuando acabe esta serie de posts, o cuando tenga tiempo, que viene a ser más o menos lo mismo, os pondré la foto de algunas de las diapositivas que ella presentó. Un montón de ideas fabulosas, por cierto. 
**Por cierto, los que no lograron pasar de curso siguen igual de felices, puesto que todo fue culpa de un amor adolescente... Oh, l'amour! 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Lengua es más que escribir.

Cuando era alumna de la universidad aún conservaba esas ideas de que hay que tener una lectura y una escritura impolutas para aprobar lengua. Cuando empecé a dar clases me topé de morros con la realidad y me di cuenta de mi mayúsculo error. No todos los niños tienen las mismas habilidades ni aptitudes, y del mismo modo no podemos reducir las habilidades lingüísticas solamente a dos.

Si básicamente la lengua puede reducirse a hablar, escuchar, leer y escribir, ¿por qué nos limitamos siempre a las dos últimas? Con ello abocamos a los niños que tienen dificultades en lectura y escritura a suspender lengua in aeternum, y no es ni justo ni profesional.

Si bien es cierto que en una clase debe haber orden y silencio cuando sea preciso (escuchar explicaciones, concentrarse...), es del todo contradictorio que un profesor de lengua no permita hablar a sus alumnos. ¿Estamos locos o qué? ¿Cómo podemos evaluar -y si es preciso corregir- la expresión oral si ésta no se produce? Y no, no me digáis que con presentaciones y exposiciones porque no, no es lo mismo. No me podéis comparar la oralidad espontánea con un discurso planificado rodeado de timidez, nervios e inseguridad en el mejor de los casos. Se pueden evaluar las dos cosas, pero de manera muy distinta.

El habla queda muchas veces relegada ya no a un segundo plano, sino a un tercero, un cuarto o un quinto, y la escucha mucho más. ¿Por qué no hacemos comprensión de textos orales en clase? Ah, no, resulta que eso sólo lo pueden hacer en inglés, que si no, uf, no vaya a ser que innovemos y demos una oportunidad a los alumnos, uf, qué horror, ¿no? Eso es porque no le damos a esa habilidad la importancia que realmente tiene. ¿Cuántas veces hemos dicho "este niño no escucha"? Bien, y tú, ¿haces algo para que aprenda a escuchar? Ahí tienes la respuesta.

Desde mi punto de vista y desde mi -escasa- trayectoria profesional puedo aseverar que los ejercicios de comprensión oral suelen gustar mucho a los alumnos, puesto que les implican poco "esfuerzo activo", es decir, no tienen que escribir mucho -a priori-, y profes carcas, animaros, ¡qué ésta es una buena manera de conseguir silencio! Poner una canción y preguntar de qué trata, rellenar huecos, poner un informativo de la radio o un programa sobre cualquier tema, puede ser un gran pretexto para una miniunidad didáctica. Eso sí, cuidado, 5 minutos como mucho, que tenemos a adolescentes en clase, no a grandes doctores de las mejores universidades. También hay que adaptar el tema. La física cuántica -que no sé qué es- no cuenta, y la estabilización del déficit tampoco.

Encontrar el justo medio entre mantener el orden en clase y proponer actividades novedosas que exploren otras habilidades y potencien las habilidades de TODOS los alumnos es difícil, pero os prometo que es reconfortante, especialmente cuando se ven los resultados y las caritas de satisfacción, porque amigos, ¡eso no tiene precio! Así que ya sabéis: ¡potenciad la oralidad!



¿Cómo podemos hacerlo?

IDEAS PARA ACTIVIDADES

· Hacer un show & tell estilo pelis americanas. Por ejemplo, pueden traer un juguete de cuando eran pequeños y explicar a sus compañeros por qué lo recuerdan.

· Declamar poemas. Es muy bonito ver que un alumno se aprende unos versos y se los dedica a su enamorada. Además, ¿y el buen rollito que da hablar de amores? Ayyyyy... Jajajaja.

· Role plays. Simular que están en una situación a la que no se suelen enfrentar -todavía-, como por ejemplo ir a hacienda, hablar con un médico (ay, mamás, ¿por qué no dejáis hablar a los niños?), etc. Esto implica todo lo que tiene que ver con registros y formas de respeto, así que se puede aprovechar en esa unidad.

· Debates, coloquios y mesas redondas. Si sois tutores, aprovechad la hora de tutoría. Truco: los temas sobre sexualidad, alcohol y drogas les encantan, así que se puede aprovechar el formarles en la prevención de riesgos con el uso de la lengua oral.

· Poner una canción y después hacer preguntas sobre la letra.

· Plantear cuestiones sobre un texto expositivo que posteriormente los alumnos oirán, para que así presten más atención a aquello más relevante.

· Al estudiar las variedades del español, poner audiciones de diferentes zonas y que las tengan que reconocer. Se puede hacer en grupos, como si fuera un concurso, y tener chocolatinas para los vencedores.

Hay muchas más, pero éstas son las que se me han ocurrido mientras escribo. ¿A vosotros se os ocurre algo? Espero que sí, porque así todos los chavalines tendrán la oportunidad de aprender, de mejorar y de ver unos buenos resultados en su aprendizaje. Esto potenciará su autoestima, así estarán más felices. Resultado: tendrán un mejor comportamiento y un rendimiento óptimo. Es un círculo vicioso: lo innovador y positivo genera bucles de "buenrollismo". It's so easy!

jueves, 1 de noviembre de 2012

Maestro de maestrillos o dime de qué presumes y te diré de qué careces

Este post va a ser cortito puesto que, como es frecuente, es sólo para manifestar mi cabreo absoluto con la estupidez humana que se hace pasar por profesionalidad.

No acepto que una persona que nunca ha pisado una aula venga a darme lecciones de cómo son los niños y de cómo dar clase. Ni acepto sus "consejos" ni acato sus órdenes ni legislación. Simplemente NO. Puedes tener miles de carreras, másteres y doctorados, pero no puedes hablar de algo que no conoces, con lo que no has experimentado, de lo que sólo sabes lo que te cuentan o lo que ves, y no lo que tú sientes. ¿Cómo pueden hablar de "estudios científicos sobre educación" si una de las premisas del método científico, como es la verificación/refutación de la hipótesis, se basa en la experimentación?

Para aprender y para recibir consejos me fío más de un maestro o de un profesor con experiencia que de cualquier gurú de la educación con miles de publicaciones pero que no ha entrado en una clase en su vida. Teorizar y decir chorraditas bonitas sabemos todos, pero trabajar de verdad de la buena... Ah, amigos, ¡eso ya es más difícil!

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2 anécdotas al respecto que viví yo siendo alumna del CAP y víctima de algunos gurús de la educación:

a) Que me digan que a un adolescente de 15 años que se porta mal le tenga que poner un gómet rojo en la frente. (Sin comentarios... ¡A saber dónde me ponía el chaval el gómet a mí!

b) Que me pongan un vídeo sobre la regla y los pelos/granos/etc. hecho en 1981-1982 y contextualizado en países anglosajones (Canadá - Reino Unido), cuando yo misma nací en 1985, he sido adolescente -con todo lo que ello conlleva- y desarrollaré mi tarea -en principio- en la cultura mediterránea (otra cosa para la que me quedo sin palabras...)

martes, 30 de octubre de 2012

Las DEA: los diagnósticos (y los falsos diagnósticos, en los dos sentidos)

Ya hablé de los NESE en el post ¿Qué es un NESE?, que es de lo más leído del blog. Allí expuse mis aventuras y desventuras con los diagnósticos y con los profesionales (y no tan profesionales) que forman parte del Departamento de Orientación. Ahí mismo podéis leer algo básico: tener una dificultad de aprendizaje no implica no poseer otras habilidades que te permitan saltarla, siempre y cuando uno reciba los estímulos y la educación que mejor se adapte a sus características.

Puesto que en esa entrada ya hablé mucho del asunto, no voy a repetirme aquí. Esta entrada sólo sirve para completar aquélla y para poner de manifiesto que tan malo es que un niño con una DEA no reciba las ayudas/adaptaciones necesaria como que se "etiquete" a un niño de disléxico/TDA/TDAH/etc. cuando no lo es. ¿Por qué? Por los siguientes motivos:

1. Los falsos positivos pueden hacer que un niño que no presenta dificultad se crea que la tiene y merme en su capacidad de esfuerzo, vamos: los falsos positivos crean holgazanes y comodones. Ya hablé en el otro post de los papás y orientadores obsesionados en encontrar algo donde no lo hay.

2. El hecho de que haya alumnos catalogados como falsos NESE hace que los que de verdad necesitan las adaptaciones y ayudas no las reciban tanto como debieran.

3. Tener a un alumno con una DEA no diagnosticada/identificada hace que el alumno crezca creyéndose inferior a los demás y con un severo problema de falta de autoestima, rasgo que puede desembocar en problemas de exclusión social de mayor envergadura.

4. Un alumno con una DEA sin identificar no recibe todas las ayudas que (legal, moral y profesionalmente) le corresponderían, y si por "buena voluntad" del profesorado las recibe, tal vez no vayan encaminadas en la dirección correcta.

He intentado resumir todo lo que podría suceder sólo en cuatro puntos, dos sobre los falsos positivos y dos sobre los falsos negativos. Esto es como un test de embarazo: tan malo es creerte embarazada y esperar con ansias un bebé que en realidad no existe como creer que no estás embarazada y que empieces a engordar misteriosamente (y no sea por las napolitanas de chocolate).

Bromas a parte, la profesionalidad y el trabajo preciso es lo que marcarán la diferencia en la educación de un niño o un adolescente en cualquier sentido. Un niño debe adaptarse a la escuela, pero la escuela también debe adaptarse un porquitín al niño, ¿no creéis?

Cuando un profesor vislumbra que puede haber algún trastorno de aprendizaje debe prestar especial atención a ese alumno para descartar o verificar que lo sea. Una vez puesto en marcha el protocolo, éste se debe revisar periódicamente para ver los avances del chaval en su modo de aprender, etc. No creo que haga falta decir que tener un informe completo del alumno que se revise anualmente y que pueda ser consultado en su expediente personal no sólo es ley, sino que además marca la diferencia entre un buen y un mal profesional y entre un alumno bien atendido y otro desatendido (e incluso mal atendido).

Dentro de clase yo sólo tengo una premisa: todos los alumnos pueden aprender. De una manera o de otra, todos pueden aprender; de mí depende que tengan éxito en ello o que fracasen. De mí depende hacerles llegar nuevas experiencias y conocimientos a través de todas las vías que sean necesarias (convencionales o alternativas) para que mejoren día a día y lleguen a ser personitas de provecho y con buen corazón. Todo lo demás, sobra.

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Por cierto, antes de que lleguen los salvapatrias de la educación a lapidarme: el post "¿Qué es un NESE?" está escrito con una mezcla de verdad e ironía, así que, por favor, leedlo desde ese punto de vista. Creo al 100% en lo que dije, pero debéis poner en marcha vuestras neuronas y vuestra inteligencia para desgranar el trigo de la paja... Que hay cada uno... ¡Qué madre mía!

lunes, 29 de octubre de 2012

La formación del profesorado o de cómo pasé vergüenza ajena

En una de las primeras jornadas del congreso sobre DEA que se celebró en Palma el ponente preguntó cuántos afectados/papás/orientadores/logopedas/maestros/profesores de secundaria había en el auditorio. Todo genial hasta que llegamos a los profesores de secundaria. 3. 3 míseras profesoras de secundaria, 2 de ellas en paro, fuimos toda la representación de ese vasto sector. Una pura vergüenza. 

No es de recibo que, de entre más de trescientas personas, uno de los colectivos más afectados sólo esté presente con 3 miembros. También debo mencionar a dos estudiantes del MFP, que no es poco. Así pues, una profe inglés, una de biología y una de castellano. Si la cara de la gente en general ya era de incredulidad, mucho más lo era la de los padres. Hasta me sentí mal, os lo juro. 

Los profesores de secundaria somos (y digo 'somos', incluyéndome) de los que más caña damos para que la atención a la diversidad sea efectiva: pedimos profesionales especializados, material especializado, nos quejamos de que nuestra formación adolece de ello... ¿y qué hacemos al respecto? Nada. Hay un congreso sobre dificultades de aprendizaje en nuestra ciudad y no acude nadie. Lo siento, pero esto no es de recibo. No te puedes quejar de algo y no intentar solucionarlo. 

¿Cuántos profesores de instituto conocéis que se quejan de que no tienen material ni ayuda para realizar las adaptaciones? Yo misma puedo llegar a ser un incordio, preguntádselo a la AL o a mis profesoras de apoyo... Pero al menos intento paliar mis deficiencias y formarme. Mal va la cosa si sólo nos formamos tres profesoras, 2 de ellas en paro, y 2 alumnas del MFP. Y con esto no quiero decir que el resto del profesorado no se ocupe de reciclarse a través de otros medios, no va este post para aquellos que se ocupan de y se preocupan por mejorar día a día, no. Vosotros sabéis bien de quiénes hablo. 

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En cuanto me calme igual amplío el post, pero cada vez que lo recuerdo me enervo. Me enervo. 

domingo, 28 de octubre de 2012

Reflexiones de un fin de semana

Este fin de semana he asistido al I Congreso Iberoamericano de las Dificultades Específicas de Aprendizaje. He sido un poco cansina con ello en Facebook, pero la verdad es que la mayoría de ponencias me han sorprendido gratamente. He disfrutado oyendo las experiencias de otros y viendo sus trabajos, y pensando en cómo podría aplicar yo algo así a mi día a día (cuando vuelva a dar clase, si es que los astros se conjuran para que un día no muy lejano vuelva a las aulas).

Mi objetivo esta semana es escribiros varios posts sobre los siguientes asuntos:

1. La formación del profesorado o de cómo pasé vergüenza ajena.
2. Maestro de maestrillos o dime de qué presumes y te diré de qué careces.
3. Las DEA: los diagnosticos (y los falsos diagnósticos, en los dos sentidos).
4. Lengua es más que escribir.
5. De la oratoria: entender y tratar el TDAH y motivar al alumnado.
6. No me juzgues.
7. Tres mamás.

Si antes de ponerme a escribir sobre todo lo anteriormente citado me preguntarais qué es lo que más me ha sorprendido, gustado, conmovido, etc. del congreso os diría, sin duda alguna, que ha sido la intervención de los niños -y no tan niños- en el acto de clausura. Ver cómo son plenamente conscientes de su situación y de cómo necesitan trabajar es fabuloso; ver cómo claman por sus derechos a una educación de calidad lo es más aún. Tiernamente conmovedor, profesionalmente demoledor.

Podemos hacer muchísimas bromas sobre las dificultades de aprendizaje y podemos reírnos de alguna situación, al igual que nos reímos de cualquier otra cosa cotidiana: uno que es hortera, el que siempre come bocadillos de queso, etc. Aún así, mentes críticas, os pido que no confundáis la ironía del análisis de la AD en el sistema educativo que he hecho en posts anteriores, que está hecho desde un punto de vista jocoso, con ganas de arrancar una sonrisa, con un tratamiento serio del asunto. Si me queréis juzgar por ello no os lo puedo prohibir y, además, me patina un poco... Ya lo veréis.


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Por cierto, el concurso sobre el Cid lo ha ganado Jessy y el candidato seleccionado ha sido Russell Crowe en Gladiator, con su voto y el mío! xD

martes, 23 de octubre de 2012

Un Cid contemporáneo

Yo creo que si el Cid, nuestro queridísimo Rodrigo Díaz de Vivar, Rodri para los amigos, viviera en nuestros días, tendría el aspecto de Xabi Alonso y las mismas cualidades morales de antaño.

El de la barba cumplida, muahahahahaha...

De acuerdo, estoy como una chota. No os lo niego. Pero es que estudiar el tema 42 de las opos es lo que tiene (sí, el tema de la épica, de los cantares del gesta y del Cid). Yo creo que hay cosas mucho peores que darle al rulo y hacerse un cacao mental mezclando épocas, pero bueno, ésta es una de mis pequeñas manías.

SONDEO PARA LAS FÉMINAS ASIDUAS A ESTA PÁGINA:

Si el Cid viviera en nuestros días, ¿qué aspecto creéis que tendría?

Los chicos también podéis participar, aunque no creo que la cosa tenga tanto morbillo... xD

¡El comentario más original recibirá un post dedicado en el blog! Además, intentaré hacer una mezcla de todas los hombres a los que mencionéis, así desarrollaré mi competencias digital y artística. Si no hay comentarios asumiré que estoy como una chota y pediré ayuda psiquiátrica...

domingo, 21 de octubre de 2012

WTF

No, queridos, no me refiero a What the fuck??? Bueno, un poco sí, pero no. Whatsapp, Twitter y Facebook son las tres cosas a las que soy medio-adicta (sí, sólo medio... creedme: podría serlo más). Aún así, a veces puede ocurrir que estás en un montón de redes sociales pero realmente sólo mantienes contacto social con unas pocas personas, con tus amigos, con aquellos a quienes quieres. A todos ellas, porque son ELLAS, ¡a todas ellas un besazo!

Sí, estoy ñoña, ¿¿¿¿pero acaso no se puede querer a las amigas????

lunes, 15 de octubre de 2012

Mi primera minifalda

Sí, mis queridos blogoreaders, hoy, a mis 26 años, me he comprado mi primera minifalda. Para vuestra tranquilidad y vuestra salud visual os diré que no es un minifalda RC*, sino más bien una normalita, recatadita, pero bueno, algo es algo.


Vosotros me diréis: "¿Y esto es posteable?". Pues sí. Las minifaldas me encantan, y creo que sientan bien si se saben llevar y el cuerpo más o menos acompaña. Yo jamás me había podido poner una, pero ahora con 20 kg menos voy a intentarlo. Eso sí, como la celulitis no me abandona de ninguna de las maneras (debe ser que me quiere mucho) tendré que llevarla con medias tupidas para no dar miedo a quien me vea -básicamente porque ya no es verano y ya no se permiten ciertas licencias-.

Próximo objetivo: no engordar y no comprar nada más. Pero bueno, tampoco es que haya gastado tanto... :P

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*RC: "a ras de coño", refiriéndose a una minifalda. 

¿Tienes dudas? Fundéu es tu página.

Me refiero a dudas lingüísticas; para consejos amorosos os tendréis que dirigir a otros lugares, puesto que Fundéu sólo se dedica a cuestiones de lengua. La Fundación del Español Urgente, en colaboración con la RAE, ofrece un amplio abanico de dudas que cualquier persona puede consultar clicando sobre la palabra en cuestión. Es una maravilla.

Pero no os estoy escribiendo este post sólo para hacer propaganda de la Fundéu, sino para compartir con vosotros un artículo que publicaron en mayo sobre los anglicismos en el ámbito de la moda y el textil. Ya sabéis que soy muy aficionada a las revistas de moda y a las compras (cuando mi presupuesto me lo permite), así que encontrar este artículo fue algo maravilloso puesto que a veces nos cuesta explicar algo sin una imagen a la que referirnos o, de otro modo, nos cuesta entender la jerga de un ámbito específico. Así pues, os dejo con El curioso idioma de la moda.

viernes, 12 de octubre de 2012

El macarrilla

Advertencia: Éste es un blog particular, en el que priman la ironía, el sarcasmo y el humor. Si no vas a entender este post o te vas a tirar de los pelos, ahórrate un disgusto y no lo leas, porque si eres un superhipermegapedagogo superhipermegaprogre no te va a gustar. Sólo ofrezco aquí una visión cómica del asunto, que se adapta a mi forma de ser. Esto no es, en ningún modo, una manera de proceder que tenga que publicarse en BOE/BOIB. Dicho esto, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...  




El macarrilla, kinki, cani, killo, etc. es el elemento subversivo más temido por cualquier docente dentro de una aula -y fuera también, pero bueno-. Hoy me voy a dedicar a mostraros mis poco ortodoxas y casi ilegales técnicas de futuro presidiario pedagógicas con ellos.


¿Cómo identificar a ese grano en el culo a ese alumno disruptivo?

1. Llegar a clase. 
2. Ver cuál es el mayor. 
3. Si no lo vemos, buscarlo al fondo de la clase o en cualquier rincón. 
4. Otra opción es seguir el rastro de las feromonas femeninas en dirección al macho alfa. No suele fallar. 
5. Si todo esto ha fallado, esperar a una de sus siempre oportunas y graciosas bromas o comentarios. 
6. Matarlo. Bueno, vale, me he pasado...

Como la opción de matarlo queda totalmente descartada (a menos que queramos opositar a Alcalá-Meco, y no precisamente como funcionarios), os voy a ofrecer aquí un conjunto de 'tips' que a mí me sirven para tratar con ellos. Eso no quiere decir que no me sigan sacando de mis casillas y tenga que contener mis instintos asesinos, pero al menos canalizo mi fuerza, mi ira y, sobre todo, intento "llevarlos por el buen camino". Un momento, ¿hay un buen camino? Bueno, con que no cometan actos ilegales y/o delictivos me conformo. 


Decálogo para tratar con un macarrilla

1. El macarra es chulo por naturaleza, pero nosotros debemos serlo más. Se trata de demostrar quien domina. Como me dijo una amiga mía: "Quien tiene el boli rojo tiene el poder". Cosas que le cabrean sobremanera: a. rebatirle usando la inteligencia, b. imitarlo, c. un golpe de fuerza (metafóricamente hablando). Humillarlo no sirve para nada, es más, es contraproducente. Sólo logramos herir sus sentimientos y ponerlo en evidencia, y eso es precisamente todo lo contrario de lo que pretendemos. Queremos traerlo a nuestro terreno, no que se nos cierre en banda y nos vea como "el enemigo". De acuerdo, le somos hostiles, pero siempre hay que dejar algo abierto. Además, humillar a un chaval, sea quien sea, es algo totalmente deleznable y que, además, va contra los Derechos del Niño. Hay que encontrar el justo medio entre devolvérsela y humillarlo, vamos, en su argot: "hay que vacilarle". 

2. Hay que usar sus métodos y sus acciones para que se dé cuenta de lo ridículo que resulta. Por ejemplo, si es un chaval que suele dormirse en clase (y todos sabemos que esto a veces pasa), cuando moleste mucho lo mandamos a dormir. Le sentará tan mal que os prometo que nunca más va echarse ninguna cabezadita. Si suele traer los cascos para escuchar música, en la hora de estudio asistido ponedles canto gregoriano a todo volumen. Por imposibilidad de oír su mp3 lo va a apagar y lo va a guardar. Requisárselo sirve de poco y sólo aumentamos el conflicto. En caso de que se lo decomisemos, se lo devolveremos al final de la misma clase. Muy probablemente no "reincida". Frases del tipo "Joé, profe, pero esto qué eeeees?" o "Mira que es cansina la tía" son habituales en estos casos. No os desmoralicéis, sólo mostradles una sonrisa diabólica, que vuestro chiquimonster macarrilla os la devolverá (la sonrisa). 

3. Si no viene a clase dad gracias a todos los dioses del cielo, es vuestro día llamad a sus padres y que los busquen ellos. Eso sí que lo saca de sus casillas. A mí me da mucha pena por los padres de estos chicos (porque en general son varones), pero a veces es la única manera de que el chaval reaccione y de que las familias se involucren en la educación de sus hijos. En favor de mis mini-macarrillas (de la única vez que fui tutora) he de decir que tenían familias fabulosas y muy colaboradoras, y eso, compañeros, no se paga con dinero. Estos dos chavales eran mini-macarrillas, porque eran (son) más buenos que el pan bendito y sólo se sentían desubicados (casos más comunes). 

4. Si sois sus tutores o sois profesores de guardia y sospecháis que el macarrilla está tomando estupefacientes (es fácil encontrarlos, son tan poco listos que siempre van al mismo sitio), llamad a la policía y haced una presentación formal. ¿Cómo se hace esto? Bueno, es complicado, básicamente porque ocurre fuera del centro, pero se trata de decir exactamente donde están, ir tú primero, decirles que fuera del centro no les puedes hacer nada, que se rían en tu cara pensando que han ganado, y segundos después se presente la policía, jejejejee. Es muy cruel, pero me encanta. 

5. El macarrilla hace bullying a otros alumnos. Nunca me he encontrado con este caso, así que lo primero que haría sería pedir consejo a mis compañeros y al DO -sin que sirva de precedente- para que ellos actúen, puesto que es su trabajo. Pese a ello, a veces sólo son bromas que no van más allá. ¿Qué podemos hacer? Esta es una intervención "light", puesto que se trata de organizar un juego de roles en el que el macarrilla sea el puteado y vea cómo se sienten los demás. Probado y funciona al 100%. Sí, se pierden clases, ¿y qué? ¡Se ganan personas! 

Acción más temida del macarrilla

6. Si el macarrila te pincha las ruedas del coche, pínchale las de la moto, róbale los retrovisores, etc. De acuerdo, ésta no es manera de proceder, pero ya sabéis "ojo por ojo, diente por diente". Si sois personas civilizadas descartaréis el pagar con la misma moneda (aunque lo estáis deseando, no mintáis), así que lo que tenéis que hacer es a. Informar a la dirección del centro, b. Por mucho que la dirección lo quiera mantener en lo amistoso, poner una denuncia formal en la policía. c. Antes de poner una denuncia, hablar con los padres para explicarles la situación para que vean a lo que se enfrentan y así no pillarlos por sorpresa. Os aseguro que lo agradecen. 

7. El macarrilla ha enamorado a una "niña bien. Ya sabéis que A tres metros sobre el cielo ha hecho mucho daño, así que si os encontráis con este caso... Puuuuf... Hay que ser malvados y aplicar todas nuestras dotes de separa-parejitas con frases con inquina dirigidas a la chica para que abra los ojos. Al chico no le diremos nada, ¡porque la suerte que ha tenido no se la cree ni él! En el caso de que la relación macarrilla-niñabuena sea productiva para todos: la chica desarrolla habilidades sociales/sentimentales y el macarrilla vuelve al rebaño y se pone a estudiar (ocurre pocas veces, pero ocurre), no haremos nada. Mirarlos y reírse es inevitable, ¡pero es que son tan monos! xD El punto 7 es el que más me gusta, jejeje. 

Macarrilla prototípico

8. El macarrilla se burla de nosotros en clase. La opción más fácil, si es un macarrilla-reconvertible, es llamar a los padres. Si son personas normales pondrán cartas sobre el asunto. En el caso de que la primera opción no sea viable, creo que lo más sensato es participar de la burla para que vea que no nos afecta, así no la volverá a repetir. Es algo duro, porque uno tiene que encajar una puñalada con una sonrisa y encima participar de la crueldad, pero creedme, funciona. En el primer instituto en el que trabajé un superhipermegamacarrilla presidiario en potencia me soltó un día "gordaaaaaa, más que gordaaaaaaaa, que yo no hago caso a las vacaaaaas". Hombre, muy bien no me sentó, pero ese minibichejo de 1º de ESO se quedó con la cara desencajada cuando le contesté: "Uuuuf, no me hables, que casi no paso por la puerta y me estoy poniendo como un tonel, pero es que las napolitanas están tan buenas que me las como de 5 en cinco...". Su cara fue un poema, y a los 2 minutos (lo tenía arrestado fuera del despacho) vino y me dijo: "Profe, en realidad no estás tan gorda, incluso si te fijas bien eres un poco guapa". Jajajajajaja, me parto. En esos momentos yo no sabía si lo había arreglado o lo había acabado de empeorar, pero lo que sí es seguro es que el chico reflexionó y tuvo sentimiento de culpa. Y lo más importante: quiso enmendar su error. ¡Todo un logro!

9. El macarrilla no puede más en clase (y nosotros tampoco podemos con él). En este caso se trata de optimizar recursos. Tenemos a un chico que se encuentra bien al aire libre y le gusta estar en el patio: pues a recoger los papeles del patio, a ayudar al personal de limpieza, a hacer encargos para las conserjes, "contratarlo" como secretario personal en clase (con seriedad) para que reparta o recoja trabajos, se encargue del mantenimiento, etc. Si es un macarrilla bueno, esto suele funcionar. Tranquilos, salvo sonadas excepciones, suelen ser macarrillas buenos reconvertibles en personitas maravillosas. 

10. El macarrilla nos viene a contar sus penas. Junto con la 7, ésta es la que más me gusta. Si el macarrilla nos viene a contar sus penas hemos triunfado como la Coca Cola. Si el macarrilla se dirige a nosotros es porque le damos confianza, seguridad, nos ve "uno de los suyos", aunque jamás vaya a aceptarlo ni reconocerlo. Vendrá solo, con cara de circunstancias, con ganas de que alguien le escuche y no le juzgue, alguien que no sea un amigo suyo, alguien de fuera de su cículo, alguien que pueda darle una visión externa y objetiva. A mí me encanta que los macarrillas me cuenten sus penas, su vida, sus amores, sus aventuras y desventuras, es algo que simplemente me encanta, porque me río mucho con ellos, y ellos conmigo. Escucharlos es lo principal, aunque tengamos que mandar un rato al profe de guardia a nuestra siguiente sesión. Es SU momento, el momento en el que se sienten importantes y escuchados. Más que cariño -que también-, lo que deben recibir es empatía y asertividad. Si hace falta salir del centro e ir a dar un paseo por los alrededores con el chaval en cuestión, iremos, igual que si hay que invitarlo a una Coca Cola. Si los escuchamos y prometemos guardar su secreto (suele ser muy fácil de guardar, normalmente hablan de cosas triviales y mundanas de las que su estatus de gallito hace que se "avergüence", al verse un vil mortal) el macarrilla comenzará su proceso de reconversión en personita maravillosa (que ya lo era, sólo que no lo había descubierto). Tendrá altibajos, volverá a las andadas, pero el mero hecho de que él sepa o piense que nos ha defraudado hará que retome sus responsabilidades y, por ende, las riendas de su vida. 

Si es que en el fondo lo más bonito de esta profesión es ver cómo un alumno evoluciona. Cuando hay una evolución académica hablamos de excelencia educativa, pero cuando hay una evolución personal hemos logrado que un chaval empiece a ser feliz y hablamos de la formación de una "excelencia social". A fin de cuentas, quien dijo que la educación era la base no se equivocaba. 



jueves, 11 de octubre de 2012

Mis nenas

No hay nada más bonito que el hecho de que se acuerden de una, y más si los que se acuerdan son antiguos alumnos. Ayer por la noche el padre de dos alumnas mías me mandó un mensaje de Linkedin mandándome saludos de sus hijas, dos niñas fabulosas y excelentes con un corazón de oro: Júlia y Mireia.

Hoy la sorpresa va vuelto a ser mayúscula tras encontrarme en mi e-mail un mensaje de Twitter. Juzgad vosotros mismos:


Raquel es un amor, al igual que Saray y Paula, y todos los demás chicos del grupo de 3º C (de acuerdo, en el primer trimestre eran bestias pardas, pero yo me quedo con lo bueno). Raquel es una chica risueña con mucha  capacidad de organizar grupos y con un alto sentido de la responsabilidad. Lo que más me gustaba de ella en clase es que no buscaba excusas. Por ejemplo, si no había hecho los deberes  (casi nunca occurría, pero bueno, alguna vez... ya se sabe...) decía que no los había hecho y punto. No  le buscaba los tres pies al gato. Eso, desde luego, es digno de alabar, porque hay muchos adultos que no son capaces de asumir sus actos y sus consecuencias. Dicho de otro modo: Raquel mola. 

Maria es otra bicheja de las de 3º C. Muy espabilada y muy lista, pero un poco remolona. Es la alegría de la fiesta allá donde va. Es una chica muy inteligente y muy perspicaz, y siempre tiene respuestas para todo. Ella también se acuerda mucho de mí en Twitter, al igual que Elena y Heura, y también Claudia, aunque ella estaba en otra clase. 

Si bien no soy nada partidaria de tener alumnos en Facebook (por la privacidad, las fotos, etc.), creo que Twitter es una gran plataforma para ello, puesto que no ahonda en la vida de cada uno, sino que sólo expone los 140 carácteres permitidos. Profes del mundo: ¡Animaros con Twitter! 


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Por cierto, un besete también para Àngela, que me olvidaba de ella y me ha regañado publicamente por ello en Twitter (¡me lo tengo merecido!). También mando besos y abrazos para todos aquellos alumnos que ahora no me vienen a la mente pero que en algún momento aún se acuerdan de mí. Especialmente para ellos vaya todo mi cariño.