domingo, 30 de noviembre de 2014

La importancia de un silencio

Tras este título tan poético no se esconde una novela de misterio, ni una romántica. No, queridos, tras este título se esconde la presentación oficial bloguera de la tesis doctoral de una amiga y compañera de carrera, ahora ya Dra. Beatriz Méndez. En ella, Bea nos muestra la relevancia de los silencios en la comunicación, porque, aunque no lo parezca, un silencio siempre dice mucho. Aquí tenéis su trabajo:

Aún hay gente buena

A veces recobro mi fe en la humanidad. Son pocas veces, pero ocurren. Os pondré un ejemplo. El otro día iba por la calle y empecé a sentirme mal (a veces me pasa), comencé a tener sudores fríos, a tener la vista nublada, etc., hasta que perdí el equilibro y caí semiinconsciente. Afortunadamente una señora que pasaba se preocupó por mí y me ayudó a llamar a un taxi para regresar a casa, mientras otro señor fue a por una botellita de agua. Sinceramente, pese a que estaba malísima y a duras penas podía tenerme en pie, sus actos me conmovieron.

¿Pero me conmovió la situación en sí? Realmente no, lo que me conmovió fue compararla con la última vez que esto me sucedió fuera de casa. Me pasó en Palma, en la estación de autobuses. Notaba que iba a quedarme inconsciente y me tumbé en uno de esos gélidos bancos metálicos, con el bolso debajo de la cabeza para evitar que me robaran. En más o menos media hora, nadie, nadie, ni los de seguridad, se acercaron a preguntarme siquiera como estaba, y eso que el flujo de gente era continuo. En Alcudia, sin embargo, fue diferente. Pese a ser un pueblo grande y eminentemente turístico, las dos personas que pasaron se pararon a ayudarme. No sé quiénes son, casi no recuerdo sus caras, pero si algún día se reconocen leyendo la historia de este post, vaya para ellos mi más sincero agradecimiento; para ellos, y para todas las personas que ayudan al prójimo desinteresadamente.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

A vueltas con la doble insularidad... y los monopolios.

Hoy, una vez más, me solidarizo con quienes padecen la doble insularidad. En este caso le ha vuelto a tocar a Menorca, y la verdad, no sólo estoy indignada por los precios abusivos, sino por la falta de empatía de ciertos peninsulares. No entraré aquí a juzgar la lacra del déficit fiscal de Baleares, y tampoco voy a hablar mucho más. Os voy a copiar la publicación de Facebook (puesto que está colocada de manera abierta) y toda la retahíla de comentarios que se ha generado (puesto que quienes comentan lo hacen en una página pública). Juzgad vosotros mismos.

A fin de no saturar el blog, os enlazo a los comentarios de la foto de Faceboo, pues no tienen despercidio. Para leerlos, pinchad aquí: LA FOTO DE LA DISCORDIA.

He revisado los precios para otras fechas cercanas a la Navidad para un MAH-BCN-MAH (para comprobar con mis propios ojos si esto era cierto), y con horarios dignos no te escapas de los 100 euros. Adaptándote bajas unos 10 eurillos, que algo es algo, y eso seleccionando siempre la tarifa sin equipaje. Si queréis facturar una maleta subimos a 120 o 150 eur, y eso saliendo dos días antes y regresando un día después, con lo que puede haber personas que pierdan días de trabajo y tal.

lunes, 17 de noviembre de 2014

La media jornada

Como muchos ya sabréis, este año me han adjudicado una vacante de media jornada. Lo mejor de todo es que me quedo en Mallorca, en casa, que me han compactado el horario al máximo y que tengo tranquilidad y estabilidad hasta el 31 de agosto de 2015. Sin embargo, no todo es tan bonito. Si bien es cierto que media jornada también implica la mitad del trabajo (a lo largo del curso, porque a principio de curso se pringa igual) y la mitad de alumnos de los que encargarte, lo más negro de la media jornada es la mitad del sueldo. (NOTA: expertos en pragmática, no es que sea redundante, es que quiero remarcar el concepto MEDIA JORNADA por si a alguien no le había quedado claro; cualquier indicio de falta de léxico por mi parte a ciertas horas del día/la noche/la madrugada es sólo eso: un indicio). 

Volvamos a la media jornada. Mi objetivo de hoy es haceros una lista de pros y contras de la misma, a la que podréis añadir todo lo que os venga en gana en los comentarios, si os apetece. Lo hago a modo de lista no sólo porque sea más cómodo y más grafico, sino porque me encantan las listas. Me he hecho adicta a ellas cual fashion victim estadounidense. Por cierto, no viene a cuento, pero os comento que en El Corte Inglés de Jaime III tienen los libros al lado de los zapatos, y eso, amigas, es amor absoluto. Lo meto aquí en medio como si tal cosa porque sé que no podíais vivir sin este dato. :D 

PROS DE LA MEDIA JORNADA:
  • La mitad del trabajo.
  • El porrón de tiempo libre para hacer otras cosas.
  • Las ganas con que vas a trabajar, puesto que no estás agotado/-a.
  • La mejora de salud, puesto que puedes descansar más. 
  • La estabilidad -sólo en el caso de que se trate de una vacante; una sustitución de media jornada es una putada, básicamente, así, con todas las letras y sin tachar-. 
  • Das envidia a tus compañeros -al menos en mi caso, porque son buena gente, seguro que otros habrá que me deseen una muerte lenta y dolorosa, jajajaja.-
  • Tienes tiempo para cocinar y realizar tareas creativas. 
  • La casa está más limpia (en teoría). 

CONTRAS DE LA MEDIA JORNADA:
  • La mitad del sueldo. 
  • Tener que recortar los gastos en ropa y calzado (según mi chico, esto es una ventaja, aunque aún no hemos llegado a un acuerdo sobre ello). 
  • Todo el tiempo libre que te queda, en caso de que no te lo sepas administrar o de que no busques actividades productivas para ocuparlo. Dormir es una buena actividad. :D 
  • ¿Os he hablado ya del sueldo?
  • Reducción de las opciones de ocio: Seleccionas más y mejor los actos a los que asistes, y primas aquellos de mejor calidad y/o de entrada gratuita, aunque no necesariamente. 
  • Cambias el gimnasio por la calle. No, no es que me haya metido a puta, es que voy a caminar. Bueno, debería ir a caminar, y a correr, pero de momento me estoy mentalizando con esto
  • Tienes DEMASIADO tiempo para cocinar, con lo que te comes las guarrerías deliciosas que preparas y luego engordas. En este punto: revisar ítem anterior. 
  • Tu casa está hecha una mierda hasta que tiene que venir alguien. En ese momento te pones a limpiar cual camarera de pisos estresada en plena temporada alta. 
  • Procrastinas demasiado, luego escribes posts en el blog. 

¿No sabes qué es la procrastinación? Mira este vídeo:


domingo, 16 de noviembre de 2014

A veces ser profe mola.

A veces ser profe mola. Y no digo eso de molar por molar, porque sí, sino porque en ocasiones, de la nada, aparecen antiguas alumnas que se acuerdan de ti. Hará unos diez días recibí un emotivo e-mail de una alumna que tuve en Ibiza. Si tenemos en cuenta que en Ibiza solamente cubrí una sustitución de dos meses y que me tocaron cursos en los que, generalmente, el carácter ya está forjado, no os podéis imaginar lo feliz que me hizo que dos cursos después una de mis chiquimonsters favoritas se acordara de mí.

Para hacer honor a la verdad, estoy pasando un momento plácido laboralmente, y estos pequeños gestos lo acaban de culminar y hacen que todo repercuta en un estado perpetuo de bienestar y una sonrisa estúpida que no se me borra de la cara. Además, hoy mismo una alumna menorquina del curso pasado me ha mandado un mensaje y me ha dicho que fuera a tomar café, porque estaba en el Puerto de Alcudia esperando el barco después de un fin de semana de compras y se había acordado de mí. ¿No os parece simplemente fabuloso? :D

La importancia de estos gestos no sólo radica en que alguien se acuerde de ti porque empatizasteis o porque le caíste bien. Lo verdaderamente relevante para mí es que en ambos casos se trata de personas adultas que han valorado mi trabajo y mi implicación en el mismo. ¿Acaso no es fabuloso que un alumno os dé las gracias al final de una clase? Pues bien, este año es lo que me encuentro en Vilafranca. No hay grupo que no se despida dándome las gracias o deseándome un buen fin de semana. Sinceramente, la primera vez que lo oí este curso casi se me saltaron las lágrimas -pues hacía mucho que ese dulce recuerdo de otros tiempos ya se había difuminado-. Ese "gracias" es mucho más que un agradecimiento, es una muestra de respeto y de reconocimiento, y hasta de cariño por la persona que tienen enfrente.

A veces me pregunto a mí misma si tal vez, y sólo tal vez, no sería necesario volver a la antigua figura del maestro de pueblo, ese referente en la formación y el aprendizaje de una comunidad para quien cuyo mayor pago es ese "gracias" de un alumno esbozando una sonrisa.

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De lo de estar a media jornada no os hablo, que el post creo que me ha quedado muy bonito y sentimentaloide y lo iba a "espichar". :D


domingo, 2 de noviembre de 2014

"¿Y esto cómo se hace, Mestra?"

¿Os he dicho que este año he vuelto a disfrutar de mi trabajo? La verdad que en mi nuevo centro no sólo me siento querida -y hasta mimada- por todos mis compañeros, sino que además tengo unos alumnos maravillosos (ojo, ¡el año pasado mis alumnos también fueron fabulosos!). Trabajo en un pueblo eminentemente agrícola del Pla de Mallorca, cuyo CEPA aglutina otra decena de pueblos de características similares. Así pues, mis alumnos son muchas veces personas del campo y/o de la construcción que en su época abandonaron los estudios ante un futuro que se les prometía estable y con un sueldo más que suficiente y que ahora no es para nada halagüeño.

Para mí, que también me he criado en un entorno rural, esto es un bálsamo. Un lugar cuyas características me resultan familiares, unos alumnos con quienes comparto un mismo contexto, unos compañeros que disfrutan de las bondades de la vida retirada, que diría Fray Luis. Lo mejor de todo es que, pese a que algunos sí son de lengua materna castellana, el 90% son hablantes nativos de catalán, y esto, a mí, freak de las lenguas como soy, me fascina. No sólo me fascina que intenten esforzarse por pronunciar mejor en castellano (ya les he dicho que tampoco hace mucha falta, que hay ciertos rasgos que son distintivos del castellano de Baleares) y por evitar errores de la lengua coloquial, sino que muchos de ellos me llaman a la voz de "Mestra".

Aquí tengo la suerte y el placer de trabajar.

En los pueblos, las figuras de autoridad moral y académica desde antaño han sido el cura, el médico, el alcalde y el maestro (o profesor, lo mismo me da, docente a fin de cuentas). Si bien en los tiempos que corren la religión anda de capa caída y los políticos se ven salpicados por incontables tramas de corrupción, esas figuras de referencia se ven reducidas sólo a dos: el médico y el maestro. ¡Menuda responsabilidad! A nuestros gremios ocupa la tarea no sólo de mejorar como profesionales y de atender mejor a nuestros pacientes/alumnos - y a veces pacientes alumnos ;) -, sino la gran carga de no defraudarlos. Un alumno al que defraudamos es un alumno perdido. No hay más. Un alumno al que no escuchamos es un alumno que no querrá venir a nuestras clases. Ahí radica la importancia de nuestro trabajo.

Cada vez que cruzo la calle y oigo ese rudo y fuerte "Mestra" por parte de un chico de 30 años o, por contra, esa dulce voz de la chica de 17 años que se ha dado cuenta de que quiere seguir estudiando y no falta ni a una sola clase, qué queréis que os diga, a mí interiormente se me saltan las lágrimas. Son lágrimas de felicidad, de alegría por sentirme valorada y porque se reconoce mi trabajo, porque sé que esas voces pertenecen a personas con un corazón tan grande que no les cabe en el pecho, tan buenas y tan honestas que te sueltan "no he estudiado porque me ha dado pereza". ¿No os parece fabuloso? ¿No os resulta fascinante encontrar a personas tan buenas y tan transparentes en los tiempos que corren?

La verdad es que creo que este curso no sólo me ha tocado la lotería por haber obtenido una vacante en Mallorca, por una media jornada que me permite cuidar de mi salud (que tan maltrecha quedó el curso pasado por culpa de personas poco profesionales y con pocos escrúpulos), por el hecho de que me haya tocado un pueblo y por tener un equipo directivo que me ha confeccionado un horario maravilloso y que se portan conmigo, y con todos los profesores -recordad que yo soy el último mono interino-, de manera excepcional.  No sólo me ha tocado la lotería por eso, sino porque este año vuelvo a disfrutar de trabajar, de ir a clase, de hablar con mis alumnos, sean los de 3º, los de Acceso a Grado Superior o los del módulo de inglés; incluso disfruto de la hora de habilidades orales con los alumnos magrebíes de español para extranjeros - alfabetización. De ellos os hablaré otro día, porque hay un grupo de señores de unos 50 años que son la monda y con los que me río mucho. ¡No sabéis la de juego que da la distinción de vocales!

Pero, sin duda, lo mejor de todo es cuando algún alumno de 3º o de ACFGS me interrumpe, con su carita de no haber roto nunca un plato, con la frase que más me gusta: "¿Y esto cómo se hace, Mestra?".

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Otro día os hablaré de que mi sueño imposible siempre ha sido trabajar en una escuela rural unitaria, de esas con uno o dos maestros/profesores para toda la enseñanza, aunque con nuestro modelo educativo...