lunes, 25 de mayo de 2015

¿Cómo hacer un examen de lenguas extranjeras?

Después de mi experiencia en los exámenes de Inglés C2 y Alemán A2 de la EOI, quiero compartir con vosotros algunas apreciaciones y agradecer la paciencia y el buen hacer de las profesoras del aula, que la verdad es que con ciertos "ejemplares" se han ganado el cielo. Aquí os dejo mi pequeña lista UN TANTO BARRIOBAJERA de lo que es un comportamiento adecuado en un examen:

Fuente: aquí


¿Cómo hacer un examen de lenguas extranjeras?

  • No te olvides del DNI. Si no eres capaz de acordarte de esto, no sé si mereces siquiera respirar, cuanto menos examinarte y ser evaluado.
  • Apaga el puto móvil, imbécil. Si no sabes ponerlo en silencio porque te queda el modo vibración activado, apágalo. Seguro que esa insulsa conversación de "wassap" llena de errores ortográficos puede esperar. 
  • Siéntate y, por Dios Santísimo, no te muevas en la silla cual mono masturbándose. Sacas de quicio a los demás. 
  • Entiendo que estés nervioso, pero hacer clic-clic compulsivamente con tu bolígrafo no sólo no va a aminorar tus nervios, sino que va a incrementar los de tus compañeros. De manera directamente proporcional también aumentarán las ganas de tus compañeros de meterte una hostia a mano abierta, así, sin paliativos. 
  • Hablando de bolígrafos: trae alguno de repuesto, tal vez el tuyo vaya a acabar la tinta y no querrás ser el pardillo de "profe, profe, se me ha acabado la tinta". Como dirían en el APM: "Es de ser inútiles". 
  • Durante el Listening, Comprensión Oral, Hörverstehen o lo que sea, haz el favor de:
    • Guardar silencio.
    • Abstenerte de jugar con tu material escolar.
    • Evita resoplar. Al próximo resoplido no respondo de mi mano.
    • Si no entiendes la grabación, al menos cállate y deja que los demás sigan con su ejercicio. 
    • Procura que no se te caiga nada, si se te cae algo, ten la decencia de dejarlo en el suelo hasta que te lo recoja la profesora. Ni se te ocurra moverte de tu silla haciendo un estruendo: Me encargaré de que mueras entre terribles sufrimientos. 
    • Una vez más, evita cliquear compulsivamente con el bolígrafo. 
    • Recuerda que te dejan entre 30 y 60 segundos para que puedas hacer todo el ruido que quieras borrando, poniendo típex, etc., no es preciso que me boicotees mi examen. 
    • No te muevas de la silla ni arrastres la mesa. En serio, créeme, conozco múltiples métodos de tortura y todos aseguran una muerte lenta y dolorosa. 
  • Lee los enunciados. Luego no quiero llantos ni aspavientos. Si no entiendes lo que se te pide y el profesor/la profesora no te lo puede explicar por razones más que obvias, usa tu intuición. No molestes. 
  • Obedece siempre y en todo momento las directrices de los profesores encargados de aula. Las normas no están ahí porque a alguien se le haya antojado. Ellos deben aplicarlas y deben hacerlo con celo por el bien de todos. 
  • Si crees que cualquiera de estos puntos es cruel o que estoy exagerando, es que muy probablemente tú seas una de esas personas-incordio durante los exámenes. Sin acritud, ¿eh? ;) 
Fuente: aquí

lunes, 18 de mayo de 2015

No es mi culpa, es culpa de las personas de vicio y perdición que me rodean.

Aunque no os lo creáis, es así. Una está en plena operación bañador estampado (la operación bikini la dejamos para otro año, si eso) y su chico la invita a cenar al McDonald's. Yo iba a tomarme una ensaladita y tal, pero como todos sabéis, ir al McDonald's a por una ensalada es como ir a un puticlub a por abrazos: un oxímoron*.

Mientras cenaba en el McDonald's vi de refilón la figura de David, un compañero mío de la carrera que, después de hartarse de la Regenta y de su putísima madre, ahora ha retomado sus estudios en la UNED con un éxito apabullante (10 en Sintaxis, no digo más). Me he emocionado muchísimo al verlo, pues con él no sólo me divertí en un porrón de asignaturas, sino que también compartimos incontables anécdotas del bar de la facultad. Sí, ese bar que hacía las veces de cantina, biblioteca, núcleo cultural y taberna de jóvenes desastrados. ¡Qué tiempos! 

Así pues, ahora que tenemos identificada a Persona de Vicio y Perdición 1 (PVP1) y Persona de Vicio y Perdición 2 (David), no os extrañará que hoy la dieta me la haya pasado por el potorro, arco de triunfo, mismísimo toto, lugar cuyo nombre una señorita no puede mencionar, así que mañana, como la cosa no pinta nada halagüeña, pues mis compañeros de trabajo también son PVP y tienen a bien compartir un montón de guarrerías con los demás, será cuestión de mañana levantarse una horita antes e ir a caminar, que tampoco lo prometo, ¡pero lo intentaré! :D 

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*Para los de la Logse (como yo), los de la LOE y los pobres sufridores de la Lomce de ahora en adelante: oxímoron = contradicción. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

Democraci...what????

Ahora que se avecinan elecciones me planteo una simple cuestión: ¿Es este el ambiente electoral y de pseudodemocracia que queremos mostrar a nuestros jóvenes y fomentar entre ellos? Juego sucio, hipocresia, conveniencias, votos comprados... Suerte que al menos aún quedan algunos políticos buenos, pocos, pero quedan.

No es de extrañar, pues, viendo este percal, que cuando a principio de curso se tiene que elegir delegado, se suelan postular dos o tres mozuelos (o mozuelas) comprometidos con la enseñanza y con su clase y uno o dos crapulillas que compiten más por popularidad que por representar a sus semejantes, pues generalmente a duras penas pueden hilvanar dos palabras en un discurso que deba ser mínimamente coherente.

Es en ese preciso instante, en el que un grupo de 30 alumnos de 13-15 años deben elegir a sus representantes, en el que debemos hacer un trabajo serio que sentará las bases de lo que yo sí creo que es una sociedad democrática: la valoración de un candidato, el análisis de su trabajo, el no permitir que aquellos que acumulan amonestaciones puedan acceder al cargo, el estudio de las propuestas presentadas, etc.

Si el trabajo del que hemos hablado se desempeña de manera satisfactoria, fomentando el debate y permitiendo que todos aporten sus ideas, el resultado de la votación (el ceremonial de la misma también es importante) no debería ser otro que la elección de uno de los candidatos "socialmente aceptables". Y no, no estoy siendo elitista. Creo que si en la adolescencia ya empiezan eligiendo a ladronzuelos, chulos, vagos y mentirosos, ya me diréis que nos espera cuando estos mismos electores alcancen la mayoría de edad. En cambio, si eligen a alguien comprometido por muy grano en el culo que sea para los profesores, que no se acobarde y que sea capaz de representarlos con dignidad y de hacer llegar sus propuestas ante quien sea necesario, aún hay esperanza.

Por si yo no me he expresado bien, aquí os dejo a Julio Anguita, que lo explica brevemente a partir del minuto 11.