lunes, 31 de agosto de 2015

Historia de un verano - Parte VI... y ya.

¡Tengo trabajo! Y lo tengo para todo el curso escolar. La verdad es que estoy contentísima, porque este año, sin esperármelo, me han adjudicado una vacante para todo el curso. Es una media jornada donde Cristo perdió las alpargatas en la otra punta de la isla, pero esto me asegura puntuar y tener estabilidad, que, con los tiempos que corren, no es poco.

Es cierto que probablemente en septiembre se darán vacantes sobrevenidas o muy buenas sustituciones de jornada completa en institutos que me quedarían más cerca (de hecho, cualquier instituto me queda más cerca, pues mi nuevo destino es el más lejano que podrían darme), pero siempre he pensado que vale más pájaro en mano que ciento volando. La verdad es que he tenido mucha suerte, si tenemos en cuenta que este año ha sido el primero en el que no he marcado ni Menorca ni Ibiza para trabajar y que, de haberlo hecho, muy probablemente me hubieran desplazado a otra isla. Así que voy a ser muy, muy positiva porque mi nuevo destino me espera: IES Santanyí.



Sí, habéis leído bien: ¡Un IES! Después de tanto tiempo de enseñanza de adultos, y pese a que mi última experiencia en Vilafranca de Bonany fue maravillosa y excepcional, ya tenía muchas ganas de volver a estar con mis chiquimonsters y de volver a compartir con vosotros sus historias y sus trastadas. Mañana empiezo. Después de más de 80km de camino. Me gusta conducir, aunque no tengo un BMW. ¡Deseadme suerte! ¡Mañana empiezo! Ya os contaré. :)

domingo, 30 de agosto de 2015

Historia de un verano - Parte V

La tierra del buen yantar

Como mi señor marinovio-loveman y yo somos así de exóticos, este año decidimos visitar León y parte de su provincia. La ciudad es un lugar precioso con un montón de monumentos que se pueden visitar con facilidad, pues están todos cerca unos de otros. Además, es un placer degustar los platos y tapas que ahí se sirven. No os diré más: he engordado un kilo por día. Así, salvajemente. 

San Isidoro de León y sus frescos románicos es lo que más me ha impresionado del viaje.
Alquilamos un coche -con mayor o menor pericia en la conducción por mi parte- y visitamos Astorga y sus pueblitos aledaños, y luego Ponferrada, Las Médulas y Villafranca del Bierzo. Además de disfrutar con todo lo que vimos, nos pusimos finos filipinos. Comer un menú por esos lares te garantiza que no tendrás hambre durante todo el día, que a ver, yo entiendo que por ahí pasan muchos peregrinos del Camino de Santiago que necesitan reponer fuerzas, pero nosotros lo que necesitamos es cerrar la fruta boca y dejar de comer como cerdos. Ay... ¡Pero es que estaba todo taaaaan rico! Mantecadas, hojaldres, chocolate, cecina... ¡Todo! 


Es un lugar altamente recomendable para una visita tranquila y sin estrés. Además, también es muy adecuado para visitar con niños. Se pueden hacer rutas culturales, gastronómicas, enológicas, de caminos rurales - deportivas... La provincia ofrece multitud de oportunidades. Nosotros nos quedamos con su arquitectura y su comida, pese a que no probamos ni el cocido maragato ni el botillo porque las temperaturas no invitaban a ello. ¡Tendremos que volver! :D

Imagen de Cerespain

sábado, 29 de agosto de 2015

Historia de un verano - Parte IV

Siguiendo el hilo de la comunidad, ya sabéis que no hay edificio que se precie sin las vecinas cotillas de rigor. Yo soy una de ellas y me enorgullezco enormemente de ello. A fin de cuentas, ¿qué sería de la comunidad sin esos cafés para destripar al prójimo? Yo creo que hasta tienen un fin terapéutico.


Porque a ver, convendréis conmigo en que una de las tareas principales de cualquier vecino es husmear en la vida de los demás y criticar. Si no, no es un buen vecino. ¡Sospechad! Pero bueno, las críticas no son siempre para mal ni se centran siempre en los hierbas, que precisamente son quienes habitan en comuna jipi de paz, amor, armonía y cutrez en el piso del higo de fruta del moroso, sino que a veces también son críticas constructivas sobre las obras de los cuquis. ¡Qué es por su bien! :D

viernes, 28 de agosto de 2015

Historia de un verano - Parte III

La reunión de esta nuestra comunidad.

Para qué os voy a explicar qué pasa en este tipo de reuniones si todos lo sabéis. Aun así, os voy a poner un poco en antecedentes y os comento algunos de los propietarios que formamos parte de esta nuestra comunidad. A saber:

  • Mi madre. Con esto os lo digo todo. 
  • Los cuquis, que son los nuevos. Han comprado un piso y han hecho obra. Les han pasado muchas putadas y me dan pena, pero me he cagado en el puto ruido de las obras también han fastidiado un poquillo con el ruido de las obras. 
  • El alemán que no se entera de nada, y al que se lo tengo que traducir todo. No me molesta hacerlo. Me regaló una botella de vino. El alemán es bien. 
  • La señora mayor que pierde un poco de fuelle. Está encantada con los cuquis, sus nuevos vecinos, y con los niños de la comunidad.
  • La guerrera. Este año ha estado muy suave, pues el amor ha llegado a su hogar. La verdad es que no es mala vecina, todo hay que decirlo. 
  • Los cuquis de pueblo. A estos los quiero mucho, porque son igual de cuquis que los nuevos, pero sin palets. 
  • El presidente, un abuelo jubileta que tiene mucho tiempo y mucha energía para llevar toda esta mandanga. 
  • EL MOROSO. El higo de fruta del moroso. Es MAL. Muy mal. 
Con todo este panorama, ya os podéis imaginar cómo fueron las cosas. Sólo os diré que casi se arma la tercera guerra mundial y que yo salí de allí con las piernas temblando. 



Pero no os creáis que somos una comunidad de poca monta, no... ¡Nosotros estamos a la altura de Desengaño, 21 y de Mirador de Montepinar! ¡Que tenemos hasta unos hierbas! Lo mejor de la comunidad, sin duda, son los cafés y aperitivos con los vecinos. Para todo lo demás: mastercard o matar al moroso. 

jueves, 27 de agosto de 2015

Historia de un verano - Parte II

Como ya os comenté en el post anterior, a principios de julio participé en un curso sobre convivencia y prevención del conflicto organizado por el INTEF y la UIMP en Valencia. La verdad es que mi idea era tomarme un pequeño descanso alejada de casa y aprovechar la oportunidad para formarme un poco. El curso no me decepció y, a grandes rasgos, corroboró mucho de lo que ya sabía o intuía: sólo quienes están al pie del cañón saben cuál es la verdadera situación en el campo de batalla. O dicho como magistralmente lo compartió un compañero (o compañera): "No quiero que me hablen del aula personas que no la pisan". Así, sin vaselina.

Como es habitual, algunas ponencias me gustaron más que otras, pero saqué muchísimas ideas para plasmar en clase (desde luego, no de una manera "tan bestia" como llevan a cabo los profesionales, pero sí algo que haga que los alumnos tomen conciencia). Me gustaron especialmente las intervenciones de Juan de Vicente, orientador de un IES de Coslada, y de Mar Sánchez, psicóloga y coach emocional. También me gustó mucho la ponencia de Luis Carlos, juez de menores en Ávila, al que casi no dejamos ni hablar, pero quien nos trató con mucho cariño y comprensión. A fin de cuentas, los miedos de todos los docentes son los mismos.

Estos podríamos ser nosotros, varios años atrás. Imagen de Aulaintercultural.

A la fase presencial le sigue una fase en red, que, de momento, sólo aprovechamos para escribir chuminadas en el foro de "cafetería". En honor a la verdad debo decir que estoy siendo una alumna muy aplicada y que ya tengo hecho todo el trabajo. Sólo me falta un apartado, pero es que no sé exactamente cómo enfocarlo. Me quedan quince días. :D

Vosotros me diréis: Pero si ya estamos hartos de estos cursos y esto de la convivencia no se sabe nunca para qué sirve. Pues bien, amigüitos míos, ¿queréis saber para qué sirve? Pues para no matar a nadie en la Junta General Ordinaria de la Comunidad de vecinos de la cual, oh, Dios mío, soy la secretaria. Mi modo "zen" me suele durar muy poco activado. Además, me gasta mucha batería. ;)

miércoles, 26 de agosto de 2015

Historia de un verano - Parte I

Ahora que el veranito está llegando a su fin, toca hacer balance. Para los no iniciados en el gremio docente será muy importante saber que el año de un profesor comienza el uno de septiembre y acaba el 31 de agosto, que lo de diciembre es un burdo montaje de El Corte Inglés para vender trajes de noche. Además, para gozo y regocijo de las masas, os voy a ofrecer una entrada de blog diaria totalmente gratis!! Sí, sí, habéis oído bien: ¡gratis! :D No desdeñéis este hecho, recordad que en España nos cobran casi que por respirar y por tener sol. ;)

Pues bien, como el curso pasado trabajaba a media jornada, y con las horas concentradas en sólo dos días, digamos que ya llegué a las vacaciones descansada. Además, como este año no tenía que hacer mudanza de regreso, pues más descansada aún. Hala, alegría. El problema viene cuando eres intolerante al sol e ir a la playa después de las diez de la mañana o antes de las 7 de la tarde no es una opción.

Como estaba gordinflis de tantas comidas de final de curso, me apunté al gimnasio para hacer algo. Pese a que el ZumbaFitness me encanta, he descubierto que lo mío es el pilates y el BodyBalance. He ido a todas las clases que he podido y he disfrutado de lo lindo. Sigo gordinflis. No preguntéis. ¡Malditos helados!

Imagen de MujerHoy

Además, como los profes somos tan dejados y tan tal que así, me apunté a un curso de formación que se realizaba en Valencia a principios de julio. Lo organizaba el Ministerio a través del INTEF y la UIMP. Llámalo curso, llámalo vacaciones en comuna "jipi" de profesorado. ¿El tema? Convivencia y prevención del conflicto, pero ya os hablaré de ello mañana.

PD: Sé que os debo un "cosas que pasan en Vilafranca", pero es que era demasiado hardcore para ser publicado. ;)