miércoles, 5 de septiembre de 2018

Acaba un curso

Acaba un curso. Porque los cursos acaban en septiembre.

Como os decía, acaba un curso, y con él se marchan alumnos y compañeros a los que dejaré de ver a diario. Compañeros que lo han sido todo en algunos momentos. Rectifico: COMPAÑERAS.  Las destinaciones de interinidad nos hicieron coincidir en un lugar y un momento concretos, pero las relaciones se forjan día a día y a las personas se las conoce por lo que hacen, no por lo que dicen.

Dejo Son Servera, y ahí dejo también buenas amistades que he hecho a lo largo del curso y un DEPARTAMENTAZO. Así, en mayúsculas, porque ellas lo valen, porque son unas profesionales como la copa de un pino de las cuales he podido aprender un montón y que también son el ejemplo a seguir si uno quiere ser un buen docente.

No os miento si afirmo que, pese a mi verborrea habitual, no me salen las palabras para deciros lo mucho que he disfrutado con ellas. Hemos sido un departamento de los que santifican las fiestas, de los que se ríen, de los que se entienden con solo mirarse, de los de pasar de ser muy finas y elegantes a nombrar a "Troppo Grosso". Hemos sido el departamento de los cafés de María Antonia S., mi 'genia' del miniclub de las morenas, a quien admiro muchísimo; de las comidas a final de trimestre; de los detallitos de María Antonia F., nuestra jefa y capitana, que pone mimo en todo lo que hace; de las confidencias; de la inestimable ayuda y los sabios consejos de Loli, nuestra PT, cuyo pragmatismo y eficiencia siempre estaban ahí para solucionarlo todo; del apoyo mutuo; del vídeo que nos pasó Anabel a final de curso y que logró que lloráramos como magdalenas y cuyos materiales de 3º me han ahorrado un montón de trabajo; de los consejos TIC de Emma, que no se cansa de trabajar y de hacer cosas nuevas; de los chistes malos de Marga, quien siempre logra sacarnos una sonrisa y tiene conquistados a sus alumnos con sus camisetas temáticas; de las reuniones de departamento que se pasaban volando; de participar juntas en todo lo posible, incluyendo la excursión a Aqualand. ¡Hasta somos sospechosas de haber aprobado a algún que otro alumno!

Reconozco que este no ha sido mi mejor año, pero ellas han estado siempre ahí, siempre. Ojalá que el destino vuelva a poneros en mi camino y que todas tengáis toda la suerte que os merecéis y todo el cariño que me habéis dado.

Muchas gracias por haber sido mis compañeras. Siempre lo seréis. Os quiero y os voy a echar de menos. Mucho.



Porque acaba un curso, pero empieza otro.