miércoles, 19 de septiembre de 2012

"La lista" y la (falta de) autonomía e iniciativa personal

Sí, amigüitos que me seguís por la blogosfera. El post de hoy promete. No pretendo herir sensibilidades, pero si alguien cree que se va a sentir aludido es mejor que no lo lea. Es mi opinión y si os gusta bien y si no la pintáis de rosa y le ponéis un lacito.

"LA LISTA", así, en mayúsculas, es la Lista de aspirantes a interinidades dentro del personal docente de las Islas Baleares. Tiene otro nombre mucho más bonito, pero yo le pongo éste. Aún así, de todos modos, la voy a llamar "la lista", así que poco importa su nombre oficial. La lista es un elemento temido al que cualquier aspirante a profesor o maestro de la educación pública debe apuntarse masivamente en el mes de mayo, mes de las flores, mes de María. A finales de junio o a principios de julio saldrá la lista definitiva en la que uno comprueba que, tras haber hecho todo lo posible, tiene una puntuación de mierda y está a años luz de poder trabajar. La lista te permite seleccionar centro a finales de julio aun sabiendo que debería de haber tropecientas mil quinientas veintiocho plazas de tu especialidad para que obtuvieras una vacante a media jornada en Formentera.

¡Ah, la lista! ¡Qué cruel! Se actualiza cada viernes y ahí nos tenéis a nosotros, viles mortales desempleados deseando coger una tiza y un boli rojo, contando cuántas personas tenemos por delante para así calcular en qué curso podremos volver a trabajar. La lista se va de finde. Sería un buen título para una película de terror al más puro estilo años 30, con los pasillos de la Consellería d'Educació, Cultura i Universitats como escenario y una telefonista al más puro niña del exorcista como protagonista. También puede haber una interina rollo la chica de la curva diciendo eso de "a mí una vez me llamaron y logré trabajar". Al señor Bosch le dejo ser Freddy Krueger, por lo de los cuchillos y los recortes...

Una vez que ya sabemos qué es "la lista", que ya quisiera Schindler tener una como la nuestra, porque nosotros somos un porrón, pero un porrón de los buenos, ¿eh? ¡No se vaya usted a creer!, pues eso, una vez que ya sabemos qué es la lista de interinos y cómo gusta de putear a la gente voy a pasar a relataros su relación con la autonomía y la iniciativa personal de los aspirantes a docentes o, para ser más exactos, la falta de las mismas en algunos de los futuros maestros y profesores. Vamos, que voy a usar la vieja técnica del "éste hace esto, pero tú no lo hagas, porque no es bien!!!! está mal y no debes demostrar tu estupidez ante el mundo". Ya lo hizo en cierto modo el Arcipreste de Hita y no le fue mal del todo, aunque quedó de guarrillo perverso para arriba, pero bueno... (Por favor, si mi profesora de Literatura Medieval ve esto que haga ver que no lo ha leído, sé que ha sido todo un sacrilegio literario).

Pues bien, en un post anterior dije que "autonomía e iniciativa personal" era la competencia que se encargaba de "buscar soluciones en vez de ver problemas" y lo sigo manteniendo porque no sólo creo que es cierto, sino que además lo es. De nada te sirve decir que estás a oscuras si no buscas la clavija de la luz, un fósforo o una linterna para remediarlo. De nada sirve decir que te duele la tripa si sigues comiendo como un animal y no te cuidas. De nada sirve decir "yo no sé hacer..." si no preguntas "cómo se hace...".

Para evitar que cualquier miembro de la lista pueda despistarse, el año pasado dos compañeras pusieron en marcha en Facebook una página de ayuda desinteresada que sirviera de lugar de puesta en común. Obviamente se trata de una página personal y no oficial, pero ciertos elementos subversivos quisieran que les resolvieran los problemas aquí y ahora y de manera altruista. No son una ONG, son una página de encuentro de docentes para mejorar nuestra situación y calmar nuestros nervios. Aquí os la pongo, porque se merecen que les hagamos propaganda, que son unas maravillas:

https://www.facebook.com/pages/Llista-dInterins-Personal-Docent-Illes-Balears/197933106935532



Si tienes un problema está bien pedir la solución si te ves muy apurado, pero no de manera sistemática. No puedes pedir cosas absurdas que han sido contestadas mil veces: eres adulto, tienes una carrera y eres docente. ¡Demuestra tus habilidades! Si no, hijo mío, no sé qué haces aquí... Tampoco puedes pedir cosas que puedes resolver tú mismo buscándolas en Google y clicando en la primera opción o haciendo una simple llamada de teléfono. Eso sólo demuestra que eres un vago y un inepto, vamos, para ser políticamente correctos, eso sólo demuestra que no eres autónomo y que no tienes iniciativa. Bueno, realmente puedes hacer lo que te dé la gana, otra cosa será cómo quedes a ojos de tus compañeros y colegas de profesión. Sí, lo sé, yo soy una amargada en el paro y sin pareja a la que, además, le gusta hacer de metomentodo. ¿Y? Yo lo asumo. ¿Y tú? ¿Tú asumes que eres tonto, inútil, inepto?

Odio ver ahí preguntas del tipo:

¿Qué hago si me pica el brazo izquierdo y soy zurda?

A ver, bonita, ¿no te puedes rascar con el brazo derecho? Hay gente que, desde luego, no ve más allá de sus narices. O con un boli, o con una pared como los perros, me da igual. Si te pica te rascas. No veas el picor: ¡busca cómo rascarte! (Vale, es un ejemplo un tanto escatológico, pero se entiende, ¿verdad?)

Busca la solución. ¿Tienes hambre? Busca comida. ¿Tienes sed? Busca agua. ¿No sabes hacer algo? Averigua cómo hacerlo. ¿Nadie ha empezado un proyecto? ¡Empiézalo tú! ¿No te gusta el verde de las cortinas de tu casa? ¡Cámbialas! ¿Te sientes deprimido? ¡Sal a caminar! ¿No sabes cómo cobrar una ayuda? Infórmate, lee, busca. ¿No sabes cómo preparar una clase? ¡Aprende de tus compañeros!

Claro que uno siempre puede pedir ayuda, pero cuántas veces nos habremos quejado de que los alumnos ni siquiera intentan buscar la solución de un problema, ni lo leen... ¿Cuántas? ¡Miles! Para plantear una duda primero tiene que haber algo consistente sobre lo que dudar.

Situación hipotética 1:

- Tengo 20 manzanas en un saco y 30 peras en otro. ¿Cuántas frutas tengo en total?
- Profe, yo no lo sé hacer.
- ¿Pero lo has intentado?
- Si, pero no, pero...
- Inténtalo y, cuando tengas dudas, luego te ayudo.

Situación hipotética 2

- Tengo 20 manzanas en un saco y 30 peras en otro. ¿Cuántas frutas tengo en total?
- Profe, aquí qué tengo que hacer: ¿sumar o restar?
- A ver, Julito, si te pide en total, ¿crees que tienes que quitar o añadir cosas?
- ¿Añadir?
- Muy bien, entonces...
- ¿Sumar?
- ¡Claro! Anda, sigue y luego nos dices el resultado.

¿Cuál preferís? ¿Cuál es mejor alumno? ¿Cuál piensa? Activar el cerebro y mover el culo es la premisa básica de la autonomía y la iniciativa personal, que como ya he dicho está muy ligada con aprender a aprender por lo que a averiguar, investigar, probar, etc. se refiere.

¿Cómo podemos hacer de nuestros alumnos personitas autónomas y con iniciativa si buena parte del personal docente aún no tiene adquirida esa competencia pese a tener una carrera y dedicarse a la enseñanza? Y si la tienen hacen un soez alarde de la garrulería y la vagancia patrias, y no sé qué es peor, si no ser autónomo o ser vago, aunque a menudo son dos aspectos que van de la mano.

FFFUUUUUU, y aquí lo dejo, que me enervo.



3 comentarios:

  1. Com en altres ocasions, ets una de les poques que diu en veu alta el que molts pensem!!! (Jessy)

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    1. Gràcies pels teus comentaris i per la teva fidelitat al bloc!!! xD A tu que ets de BIO-GEO, en color verd et deu encantar!! xD

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  2. Sí!!! i ara que sóc "jardinera" encara més, jejejej

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