viernes, 11 de mayo de 2012

¡Esto es vida!

Lo bueno de vivir en Menorca (y en una isla pequeña en general) y de trabajar en turno de mañana es que, cuando llega el buen tiempo, te puedes pillar una ensaladita e irte directa del trabajo a la playa. Esta semana ya he ido dos veces, una a Binibeca y otra a Binigaus. Ni el factor de protección para pieles intolerantes al sol 50+ ni el ir a la playa desde principios de mayo me ha librado de que mi espalda esté un poco rojilla (sin estar quemada, pero vamos).


Imagen de la playa de Binigaus sacada de Google. Está tomada más o menos desde donde estábamos nosotras, para que os hagáis una idea. 


 El agua sigue estando muy fría, y eso que hemos ido a playas del sur. Ni me imagino en las del norte (de acuerdo, entre el sur y el norte sólo hay 10 km, pero oiga, que la tierra, la arena y las corrientes marinas en Menorca varían mucho).

¡Esto es vida! Aunque el 1 de julio -si no antes- me vaya directa, directita a mi oficina del INEM (para los modernos, SEPE). Y sí, seguirá siendo vida, porque estos pequeños momentos, por mucho que se emperren, no nos los pueden quitar (aunque ya les gustaría).

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