Hace 15 días compré melones y sandías a una familia de sa Pobla que van a vender todos los domingos al mercado de Alcudia y, a parte de que la fruta me duró el doble de tiempo, su sabor era espectacular, una fantasía de sensaciones al paladar muy refrescante en esta época estival. El otro día el abuelo de mi cuñada nos trajo unas ciruelas chiquititas, dulcísimas y riquísimas. El domingo unos familiares nos regalaron una sandía, berenjenas, pimientos y tomates, frutas y hortalizas todas ellas de las que aún estoy gozando. ¡Además fueron cultivadas sin pesticidas ni abonos químicos!
¿Nos habrá llegado tal vez la hora de volver a cultivar la tierra, de volver a comer de lo que las cosechas nos den, igual que antaño, de depender de las heladas y sequías? No lo sé, pero yo, desde este blog, quiero a dar todo mi apoyo a todos los campesinos que cada día se esfuerzan por procurarnos alimentos saludables y a los que los intermediarios pagan cantidades irrisorias por sus cosechas. Si podéis, comprad productos locales (y si no tienen pesticidas, mejor, pero bueno) y, en la medida de lo posible, comprad directamente al campesino: él ganará mucho más y a vosotros os saldrá infinitamente más barato ¡y más rico!
Para que podáis observar de una manera más ilustrada y mejor explicada la situación que planteo os dejo este vídeo, que, en clave de humor, nos muestra los diferentes tipos de cultivos a través de dos tomates que se conocen por chat. ¡Buenísimo!
DOS TOMATES Y DOS DESTINOS
Tu eres de las mías!, te recomiendo que leas este artículo de mi blog.... http://hortuscivitatis.blogspot.com.es/. Besos
ResponderEliminarPues sí, al pan pan y al vino vino. Todo se puede comer, pero hay cosas que no se deberían ni comer ni cultivar. Le echaré un vistazo a tu blog. ¡Saludos!
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